Este plan contra el extremismo violento y el terrorismo podrá ser actualizado de manera periódica en función de las necesidades del país y la evolución del fenómeno como ya ocurrió con la primera estrategia adoptada en 2016, explicó a la agencia estatal TAP el director de la unidad para la implementación de decisiones de Naciones Unidas en el seno de este organismo, Dhafer Ben Hamida.
Ben Hamida destacó la necesidad de promover soluciones comunitarias sostenibles y anunció la celebración de foros en las diferentes regiones del país dirigidas a responsables locales, regionales y de la sociedad civil.
Durante su redacción, en la que participaron varios ministerios e instituciones públicas, la Comisión se basó en el plan contra el extremismo violento aprobado por Naciones Unidas en 2016, que presenta más de setenta recomendaciones sobre seguridad pero también medidas de prevención.
Tras la revolución de 2011 pequeños grupúsculos yihadistas como Jund al Khilafa y Okba Ibn Nafaa encontraron refugio en las zonas montañosas frontera con Argelia, en el oeste, y protagonizaron numerosos ataques con minas anti-persona contra las fuerzas de seguridad.
Según cifras del centro de investigación y estudios privado norteamericano sobre movimientos yihadistas "The Soufian Group", en 2015, fecha de máxima actividad de Estado Islámico, los tunecinos eran la cuarta nacionalidad entre sus combatientes extranjeros, solo por detrás de Arabia Saudí, Rusia y Jordania.
En 2015 Túnez sufrió una cadena de atentados yihadistas que mataron a 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros, y desde entonces se encuentra bajo estado de emergencia.