En su primera evaluación sobre esas capacidades creativas, publicada este martes por la OCDE, Singapur fue con 41 puntos sobre 50, el país con la mejor nota con diferencia, seguido de Corea del Sur (38) , Canadá (38) , Australia (37) , Nueva Zelanda (36) , Estonia (36) y Finlandia (36) .
España se quedó en la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con 33 puntos, al igual que Alemania, República Checa y Lituania.
Estos resultados se obtuvieron en 2022, en las pruebas de PISA que por primera vez evaluaron las capacidades creativas de los alumnos de 15 años, al mismo tiempo que pusieron a pruebas sus capacidades en matemáticas, ciencias y comprensión lectora.
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Los test se hicieron a estudiantes de 64 países o economías, entre los que están los miembros de la OCDE. Una de las sorpresas fue que varios países latinoamericanos obtuvieron unas notas en creatividad netamente superiores a las que se hubieran podido esperar teniendo en cuenta sus calificaciones mediocres en otras materias, y en particular en matemáticas.
Los latinoamericanos, más creativos
Chile (con 31 puntos sobre 50) y México (29) obtuvieron cinco puntos más que en matemáticas y fueron los que presentaron una mayor diferencia de los 64 de la muestra. La brecha fue también de más de cuatro puntos para Costa Rica (27) y El Salvador (23) , así como de más de tres para Uruguay (29) , Panamá (23) y Colombia (26).
En el otro extremo de la balanza, los estudiantes de los territorios chinos de Macao y Hong Kong, así como los de Taiwán, que están entre los más aventajados en matemáticas, demostraron unas aptitudes comparativamente bastante mediocres, con puntuaciones de 32 para los chinos y de 33 para los taiwaneses.
Con carácter general, dentro de la OCDE únicamente un 28 % de la variación de las notas en pensamiento creativo se puede vincular directamente con las competencias de los alumnos en matemáticas.
En todos los países analizados las chicas tuvieron una mejor aptitud para la creatividad que sus compañeros, aunque esas diferencias casi no fueron significativas desde el punto de vista estadístico en México, Perú y Chile. También fueron reducidas en Costa Rica, El Salvador, Uruguay, Panamá, Indonesia y Colombia.
El director del departamento de la Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, aportó en la presentación del informe a la prensa dos elementos de explicación.
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El principal es que en Latinoamérica casi no existen las diferencias de género en capacidad lectora que se constatan en el resto del mundo en favor de las chicas y la lectura es un factor relevante para la creatividad.
La segunda es que las aspiraciones de los chicos y las chicas a la creatividad son similares en Latinoamérica.
Esa equiparación contrasta con las grandes brechas de género en la creatividad en Jordania, Finlandia, Palestina, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Islandia, Malta, Eslovenia, Filipinas o Brunei.
La creatividad implica flexibilidad
Los autores del estudio definen el pensamiento creativo como " la capacidad para participar de forma productiva en la generación, evaluación y mejora de ideas que pueden dar lugar a soluciones originales y eficaces, avances en el conocimiento y expresiones impactantes de la imaginación " .
Es decir, es el proceso cognitivo necesario para realizar un trabajo creativo, la actitud flexible que puede desarrollarse con la práctica y que puede demostrarse de forma razonable en un contexto cotidiano.
Los autores subrayan la importancia de la educación para desarrollar o al menos para no coartar la creatividad, teniendo en cuenta que los resultados obtenidos muestran que los chicos de 15 años tienden a ser menos creativos que los de 10.
Si es verdad que la evolución psicológica a la adolescencia puede explicar una parte de esa evolución, la diversidad de esa tendencia por países sugiere que la educación y el entorno también tienen su papel. La escuela con frecuencia refuerza el conformismo y la reproducción de los saberes más que la forma de preguntarse sobre el conocimiento.