Tragedia en Papúa Nueva Guinea: Cifran en más de 2.000 las personas sepultadas por alud

PORT MORESBY. Imágenes de video muestran la catástrofe sufrida por la población de Papúa Nueva Guinea, donde un alud sepultó a más de 2.000 personas en un pueblo. El gobierno pidió urgente ayuda internacional para las labores de rescate.

Voluntarios buscan a víctimas del alud que sepultó a más de 2.000 personas en la Villa Yambali en provincia de EngaPapua Nueva Guinea.144639+0000 EMMANUEL ERALIA
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Papúa Nueva Guinea -ubicado en suroeste del Pacífico, en Oceanía- soporta desde inicios de este año numerosos terremotos, inundaciones y deslizamientos que han complicado el trabajo de los servicios de emergencia.

“El deslizamiento sepultó a más de 2.000 personas vivas y causó importantes destrozos en edificios, huertos, además de afectar gravemente a la base económica del país”, indicó el centro nacional de catástrofes papú en una carta a la ONU a la que tuvo acceso la AFP.

Una aldea situada en la ladera de una colina en la provincia de Enga, en el centro del archipiélago, fue casi completamente arrasada cuando colapsó parte del monte Mongalo la mañana del viernes, sepultando numerosas casas y a las personas que dormían en su interior.

Voluntarios y rescatistas trabajan en la región de Maip Mulitaka, en la provincia de Enga, Papua Nueva Guinea, en busca de víctimas del alud.

Alud

La principal carretera que conduce a la gran mina de oro de Porgera estaba “completamente bloqueada” , informó el centro de catástrofes en su carta a la oficina del coordinador residente de Naciones Unidas en la capital, Port Moresby.

“La situación continúa siendo inestable pues el deslizamiento de tierras continúa avanzando lentamente, poniendo en peligro tanto a los rescatistas como a los posibles sobrevivientes”, agregó.

El centro pidió a Naciones Unidas que informara de la crisis a los socios de desarrollo de Papúa Nueva Guinea “y a otros amigos internacionales”.

Video: Catástrofe en Papúa Nueva Guinea

Ayuda internacional

La ONU mantendrá una reunión hoy con gobiernos extranjeros para tratar de coordinar las labores de rescate, que se complicaron por la lejanía del lugar —en las escarpadas tierras altas del país— así como por los cortes en las carreteras y los continuos enfrentamientos tribales en las cercanías.

Residentes y equipos de rescate utilizan palas y trozos de madera para encontrar cuerpos bajo el alud, que podría tener hasta ocho metros de profundidad y cuya longitud equivaldría a casi cuatro campos de fútbol.

“Nadie escapó. No sabemos quién murió porque los registros están enterrados” , declaró a la AFP Jacob Sowai, un maestro de un pueblo vecino.

Serhan Aktoprak, funcionario de la agencia de migración de la ONU, indicó que estaban apareciendo grietas en terrenos adyacentes al corrimiento, lo que “podría desencadenar un nuevo deslizamiento”.

Acceso bloqueado

Los vecinos indicaron que el corrimiento pudo estar provocado por las recientes lluvias, muy intensas.

Papúa Nueva Guinea tiene uno de los climas más húmedos del mundo, e investigaciones revelaron que los cambios en los patrones de precipitaciones relacionados con el cambio climático podrían exacerbar el riesgo de deslizamientos de tierra.

Estimar el número de víctimas es difícil porque muchas personas que huían de la violencia tribal se trasladaron a la zona en los últimos años, indicó Nicholas Booth, funcionario del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Las agencias de ayuda calculan más de 1.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares a causa de esta catástrofe.

Por otro lado, el suministro de ayuda humanitaria desde la capital provincial, Wabag, se vio entorpecido por un brote de enfrentamientos tribales no relacionados con el desastre, según el funcionario de la ONU Aktoprak.

Para la noche del domingo se esperaba la llegada de maquinaria pesada y excavadores, pero su llegada se vio aplazada por este bloqueo.

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