El ministro de Servicios Especiales polaco, Tomasz Siemoniak, aclaró en unas declaraciones a la televisión TVN24 que, tras una cuidadosa inspección del dispositivo, "podemos estar seguros de que no se trata de un sistema de espionaje", aunque confirmó que "hay investigaciones en curso para aclararlo todo".
La alarma saltó a primera hora de la mañana cuando los servicios de seguridad inspeccionaron una sala situada en la sede del Gobierno regional de Silesia (sur) donde está previsto que se celebre una reunión del consejo de ministros presidida por el jefe del Ejecutivo polaco, Donald Tusk.
Jacek Dobrzyński, portavoz del ministerio de Servicios Especiales, que coordina los servicios de Inteligencia, anunció que se había encontrado un aparato que "podría usarse para llevar a cabo escuchas" en la sala.
Poco después, la portavoz del Gobierno regional de Silesia, Alicja Waliszewska, informó a la prensa de que se trataba de "un viejo sistema de sonido que fue instalado por un empleado ya jubilado" y que, aunque "se desconoce cuándo o por qué fue puesto allí", ya no funciona ni sirve para nada".
"Probablemente era un aparato que se utilizaba para la comunicación interna entre oficinas del edificio", añadió.
El portavoz de los Servicios Especiales señaló que, de forma rutinaria, se efectúan inspecciones de todas las salas e instalaciones donde va a estar el primer ministro, y se congratuló de que "los servicios de seguridad respondieron correctamente (...) y ahora los agentes comprobarán qué tipo de dispositivo es, quién lo instaló allí y, sobre todo, por qué".
Tusk asiste este martes al Foro Económico Europeo en Katowice, la capital de Silesia, por lo que se decidió que el consejo tendrá lugar, de manera excepcional, en esa ciudad.