Los eurodiputados han respaldado con 381 votos a favor, 225 en contra y 17 abstenciones el acuerdo que alcanzaron con los gobiernos del bloque, que también deben adoptar la normativa formalmente para que después pueda entrar en vigor, informó la Eurocámara en un comunicado.
La directiva abarca contaminantes como las partículas finas y las partículas (PM2,5 y PM10), el dióxido de nitrógeno (NO2), el dióxido de azufre (SO2), el benzopireno, el arsénico, el plomo y el níquel, entre otros, para los que fija unos nuevos valores máximos que se deben alcanzar para 2030.
Por ejemplo, los valores límite anuales para las PM2,5 bajan de 25 microgramos por metro cúbico (µg/m³) a 40 µg/m³, mientras que las del NO2 pasan de 40 µg/m³ a 20 µg/m³.
Lea más: Macron quiere ir el doble de rápido en la reducción de las emisiones contaminantes
La normativa, no obstante, permite a los Estados miembros pedir una prórroga de hasta 10 años si estos objetivos fueran inalcanzables debido a condiciones climáticas y orográficas específicas o si las reducciones sólo pueden lograrse con un impacto significativo en los sistemas de calefacción doméstica.
Límites para contaminantes del aire en busca de un futuro más saludable
En cualquier caso, los ciudadanos afectados por contaminación atmosférica podrán emprender acciones legales si se han incumplido los nuevos límites e incluso recibir compensaciones económicas si su salud ha empeorado como consecuencia.
Por otro lado, la nueva directiva también busca que se instalen más puntos de recogida de datos para medir la calidad del aire de las ciudades, al tiempo que armoniza los “actualmente fragmentados” índices de calidad del aire para que sean “comparables, claros y accesibles al público”.
Las nuevas normas conseguirán, según el ponente de la resolución, el eurodiputado del PSOE Javi López, que la contaminación se reduzca a la mitad con la actualización de los estándares, lo que “allanará el camino para un futuro más saludable y sostenible”.
“Las reglas revisadas mejoran la calidad de la vigilancia de la calidad del aire y protegen a los grupos vulnerables de manera más efectiva. Es una victoria significativa en nuestro compromiso por lograr un entorno más seguro y limpio para todos los europeos”, defendió.