Las tropas israelíes informaron este jueves de la muerte, en las últimas horas, de un supuesto alto oficial de Inteligencia de Hamás, identificado como Yussef Rafik Ahmed Shabat y encargado de tareas de seguridad en el ala de inteligencia militar del batallón de Beit Hanoun, norte del enclave.
"Tras la información recopilada por el comando sur, un avión atacó y eliminó al terrorista Yussef Rafik Ahmed Shabat de una célula terrorista", dice el comunicado, que llega precedido por días de asedio y evacuación forzosa de dos colegios con personas desplazadas también en Beit Hanoun.
Otros diez presuntos combatientes, según el texto, fueron también eliminados en un ataque aéreo dirigido contra el vehículo en el que se encontraban, si bien no se especifica la zona.
Los equipos de defensa civil, independientes del Gobierno de Hamás, recuperaron los cuerpos de "decenas de mártires" tras la retirada una semana después de las tropas del norte de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, mientras que otros cuerpos siguen bajo los escombros.
Según un comunicado de ayer del Gobierno de Hamás, unas 75 personas habrían muerto y cerca de 350 habrían resultado heridas tras una semana de ataques en la zona central de la Franja, mientras que "un centenar de ciudadanos continúan desaparecidos", especialmente en la zona de Al Maghraqah.
"Durante esta agresión, la ocupación también destruyó 14 torres, edificios residenciales y decenas de casas de civiles que fueron desplazados" por la amenaza de bombardeos y ataques, denunció el comunicado.
Otros 11 cuerpos fueron recuperados de diversas áreas de la ciudad de Jan Yunis, al sur, mientras que en el sur de Rafah, los aviones de guerra israelíes bombardearon una casa de la familia Ayyad, matando a al menos 8 personas, entre ellas 5 niños y 2 mujeres, según fuentes palestinas.
Por su parte, los bombardeos continuaron en las zonas del sur, suroeste y este de la norteña ciudad de Gaza, sobre todo en los barrios de Sheikh Ajlin, Tal Al Hawa y Al Zaytun, causando heridos entre población civil, según la agencia palestina Wafa.
Desde el inicio de la guerra hace ya más de seis meses, cerca de 33.900 gazatíes han muerto, más de dos tercios mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad del enclave, en una Franja sumida en su peor crisis humanitaria, con la mitad de la población pasando hambre y casi dos millones de personas forzosamente desplazadas.