El diario no detalla el año exacto en el que la Iglesia belga comenzó a reclamar al Vaticano la retirada del sacerdocio para estos clérigos declarados culpables, pero sí apunta que, supuestamente, se trata de un protocolo que ahora sigue la Iglesia belga cuando un tribunal considera probada la comisión de abusos sexuales.
“Cada nuevo caso de abusos se envía a Roma, con una petición explícita de que se tomen medidas concretas contra la persona en cuestión”, explicó el portavoz de la Conferencia Episcopal Belga, Geert De Kerpel, en declaraciones recogidas por Het Nieuwsblad.
Los obispos belgas no piden a la Santa Sede la expulsión de los religiosos hasta que sus abusos no hayan sido acreditados por un tribunal, aunque antes de llegar a este punto la Conferencia Episcopal ya les impone sanciones iniciales, según explicó el periódico belga en su relato de los hechos.
La retirada del estatus de clérigo implica la pérdida del hábito y de todos los deberes y derechos eclesiásticos, lo que deriva, entonces, en un estado de secularización.
Aparte de estos 18 clérigos que han sido expulsados en los últimos años tras la condena de la justicia ordinaria, la Conferencia Episcopal Belga añadió que otros 20 también han pedido al Vaticano su secularización, pero en este caso por iniciativa propia.
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La noticia llega después de que este jueves el papa Francisco echase del clero al exobispo de la diócesis belga de Brujas Roger Vangheluwe, que admitió haber abusado al menos de un sobrino suyo cuando era menor, y cuyo caso fue uno de los más mediáticos en Bélgica vinculados a la violencia sexual en la Iglesia católica.
Sin embargo, Vangheluwe arrastra más denuncias de pederastia por parte de otra sobrina y varios antiguos miembros de un hogar de acogida para niños que aseguraron haber mantenido encuentros sexuales con el exobispo, destituido por el Vaticano en 2010, tras reconocer que abusó de su sobrino.
Varios medios belgas apuntaron que seguirá viviendo en la abadía francesa en la que está actualmente recluido tras haber alcanzado un acuerdo con las autoridades eclesiásticas, aunque, con la pérdida del estatus de clérigo, ahora es libre de moverse y establecerse donde quiera.
A Roger Vangheluwe, de 87 años, el Vaticano le obligó en 2011 a emprender un retiro forzoso en Francia y le impuso un tratamiento espiritual y psicológico, tras conocerse que no podía ser procesado por la justicia ordinaria porque los hechos habían prescrito.
Durante un registro realizado en 2012, se encontraron imágenes pornográficas en su ordenador, lo que llevó al papa a volver a examinar su caso y desembocó en la retirada de su estatus clerical anunciada este jueves.
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El caso de Vangheluwe desató en Bélgica, después de que él admitiese haber abusado de su sobrino, una investigación policial y judicial sobre la violencia sexual dentro de la Iglesia, llamada 'Operación Cáliz', que incluyó en 2012 registros en varias sedes de obispados y arzobispados del país para recebar información.
En octubre de 2023, el Parlamento belga creó una comisión de investigación sobre los presuntos abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, tras la emisión de un documental en la televisión VTR en el que varias víctimas contaron sus vivencias.
La Iglesia católica de Bélgica ha recibido en la última década un total de 1.392 denuncias de abusos sexuales, producidos en su gran mayoría hace más de 30 años, según los datos actualizados en el último informe publicado por la Conferencia Episcopal Belga en septiembre de 2023.