Grossi está de visita en Rusia, donde se reunirá con el presidente Vladimir Putin por primera vez desde 2022 y hablará sobre la situación “precaria” de dicha central nuclear, la más grande de Europa.
Controlada por las tropas rusas desde marzo de 2022, ha sido objeto de múltiples bombardeos y cortada de la red eléctrica en numerosas ocasiones.
Ambas partes se acusan mutuamente de querer provocar una catástrofe.
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Grossi explicó el miércoles a la AFP en Sochi, en el sur de Rusia, haber indicado a sus interlocutores rusos que cualquier reactivación de la central de Zaporiyia “requeriría una serie de consideraciones serias”.
La central de Zaporiyia requiere evaluaciones de seguridad
“Esta es una zona de combate militar. Una zona de combate activo”, destacó el jefe del OIEA, recordando al mismo tiempo que la central está paralizada “desde hace mucho tiempo” y que, por consiguiente, es necesario proceder a una serie de evaluaciones de la seguridad”.
El jefe de la agencia nuclear rusa Rosatom, Alexéi Likhatchev, confirmó a las agencias de prensa rusas haber discutido con Grossi “sobre las medidas que deben tomarse para garantizar la seguridad (de la central) no solo si está parada, sino también si pasa a modo de funcionamiento activo”.
El jefe del OIEA ya se había reunido con Putin en octubre de 2022 y viajó varias veces a Ucrania para reunirse con el presidente Volodimir Zelenski.
Instó a Rusia y Ucrania a “ejercer la máxima moderación” para evitar un accidente nuclear.
Según él, la situación sigue siendo “muy preocupante” en la central de Zaporiyia.