La jueza Aileen Cannon convocó a la defensa del exmandatario y a la Fiscalía para abordar el calendario del proceso, teniendo en cuenta que ambas partes presentaron mociones que pospondrán probablemente su inicio previsto el 20 de mayo.
Trump y su comitiva llegaron por la mañana al tribunal de Fort Pierce, en el sureste de Florida, donde los esperaba un grupo de seguidores con pancartas de apoyo.
El año pasado, el expresidente (2017 - 2021) se declaró no culpable de retener ilegalmente documentos clasificados en su residencia floridana de Mar-a-Lago, de obstaculizar los esfuerzos del FBI por recuperarlos y de falso testimonio.
Su equipo legal está intentando aplazar los casos contra él hasta después de las elecciones de noviembre donde, salvo sorpresa, será el candidato de los republicanos.
De momento ya ha conseguido posponer el inicio del otro juicio federal que afronta el magnate -el de su presunto intento de alterar el resultado de las elecciones de 2020- al lograr que la Corte Suprema aceptara estudiar si tiene inmunidad o no por delitos cometidos cuando aún era presidente.
En el caso de los documentos secretos, sus abogados han pedido a Cannon que desestime la acusación alegando, entre otras cosas, que Trump es inmune. Pero de celebrarse el juicio, han solicitado que sea después de los comicios.
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“Como principal candidato en las elecciones de 2024, el presidente Trump afirma enérgicamente que este año no se puede llevar a cabo un juicio justo de forma coherente con la Constitución” , indicó la defensa en un documento enviado el jueves a la magistrada.
El fiscal especial del caso, Jack Smith, propuso la fecha del 8 de julio para comenzar el juicio.
Ambas partes abordarán también este viernes la petición de la Fiscalía de que se sellen u oculten extractos de los documentos presentados por la defensa, en particular aquellos que revelen la identidad de testigos del gobierno. Según el equipo de Smith, esa medida es necesaria para proteger a esas personas ante posibles amenazas o acosos.
Junto a Trump, están acusados el administrador del complejo Mar-a-Lago, Carlos de Oliveira, y el ayudante personal del expresidente, Waltine Nauta.