“Hamás debe liberar a todos los rehenes, a todos y ya”, dijo el mandatario en un encuentro organizado por Fuente Latina en Jerusalén, entre los que se encuentran secuestrados al menos nueve compatriotas desde hace 124 días.
Al acto también acudieron la hermana y secretaria del presidente, Karina Milei, la ministra de Asuntos Exteriores, Diana Mondino, y el rabino y “guía espiritual” de Milei, Axel Wahnish, designado embajador en Israel.
Además, el presidente argentino aseguró que su gobierno está trabajando para designar al movimiento islamista Hamás como una organización terrorista, y aprovechó el foro de empresarios para recalcar que “donde entra comercio no entran las balas”.
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Hamás cometió el pasado 7 de octubre un brutal ataque en suelo israelí que dejó más de 1.200 muertos y 250 secuestrados, incluidos una veintena de ciudadanos israelíes-argentinos.
Milei repitió su intención de trasladar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un movimiento controvertido en la comunidad internacional ya que, cuando Israel se anexionó unilateralmente en 1980 Jerusalén Este -ocupada desde 1967- las embajadas fueron movidas a Tel Aviv como protesta mientras estaba pendiente definir el estatus de la ciudad.
Tras reunirse esta mañana con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, Milei recorrerá mañana el kibutz Nir Oz -uno de los más masacrados por Hamás el 7 de octubre y en el que vivían una amplia comunidad de israelíes-argentinos- junto al presidente israelí, Isaac Herzog, con quien ya se reunió ayer en Jerusalén tras rezar en el Muro de los Lamentos.