“Esta región está sumida en crisis humanitarias desde hace décadas, y la población civil en Yemen, Irak, Líbano y Siria, entre otros lugares, es la que paga el precio más alto”, dijo el director regional del CICR para Oriente Próximo y Oriente Medio, Fabrizio Carboni.
Estados Unidos bombardeó el pasado viernes una serie de instalaciones en Irak y Siria vinculadas a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a milicias proiraníes, en represalia por ataques sufridos por sus tropas en Jordania.
Desde los ataques estadounidenses, se han registrado otros dos ataques en su contra, que no provocaron muertes ni daños materiales, según las autoridades de Defensa.
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En paralelo, Estados Unidos y Reino Unido han llevado a cabo una operación a gran escala contra los hutíes en Yemen que ha causado numerosas bajas.
Por su parte, además de la guerra que mantiene con el grupo islamista Hamás en Gaza -con más de 27.000 palestinos muertos y 66.000 heridos en cuatro meses-, Israel ha atacado regularmente objetivos de Hizbulá en territorio de Líbano cercano a la frontera.
Frente a todo esto, el CICR recalcó que el recrudecimiento de las hostilidades provocará más sufrimiento y agravará las emergencias humanitarias.
“Lo que necesita y merece la población de esta región es, ante todo, un respiro de la violencia”, sostuvo la organización, que pidió a todas las partes en estos conflictos dar prioridad a la vida de los civiles y respetar los principios del derecho internacional humanitario.