La habilidad del expresidente de Chile Sebastián Piñera para manejar aeronaves no era desconocida. En efecto, había obtenido su licencia de piloto en 2004 tras un periodo de formación con el instructor Alfonso Wenzel. La revista Qué Pasa, en una publicación del 2011, narra cómo Piñera se dedicaba al estudio del pilotaje de forma autodidacta, logrando aprobar el curso con marcado éxito.
Durante su formación como piloto, siendo aún candidato a la presidencia, Piñera sobrevoló La Moneda junto a Wenzel, quien le preguntó si pronto ese sería su nuevo hogar. El candidato respondió a la pregunta con una sonrisa cómplice.
Wenzel ha compartido que enseñar a Piñera no fue sencillo, ya que el aprendizaje del vuelo requiere una naturaleza cautelosa y prudente; características que contrastaban con el perfil emprendedor y arriesgado del expresidente.
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Piñeira tardó casi un año en aprender a volar
Sebastián Piñera tardó casi un año en aprender a volar, un tiempo considerablemente mayor que el de su compañero de curso, el empresario Andrés Navarro.
Él y Navarro debían completar 40 horas de teoría y 50 de práctica para recibir la licencia de Piloto Privado de Helicóptero. Compraron juntos un Robinson 44 para entrenarse, pero debido a su apretada agenda, incluyendo la emergencia del caso Gemita Bueno, Piñera avanzaba lentamente en el curso.
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Aún así, gracias a su capacidad de aprendizaje independiente, el entonces candidato logró estudiar por su cuenta con la ayuda de vídeos y material de lectura suministrado por Wenzel. Finalmente obtuvo el 80% necesario en sus exámenes para comenzar a volar.
Wenzel recuerda cómo Piñera cambió su forma de ser en el aire, aprendiendo a enfocarse y dejar de lado el celular. También internalizó que ante cualquier complicación, lo más sensato era aterrizar. En una anécdota reveladora, el instructor rememora un vuelo juntos con turbulencias donde Piñera aprendió una importante lección de precaución.
La capacitación y el compromiso de Piñera con la aviación fueron indudablemente intensos, delineando parte de su carácter en los asuntos de vuelo. Sin embargo, esta pasión por los cielos condujo al fatídico día en que el expresidente encontró un final inesperado.