Abusos y redes: uno de cada cinco menores es víctima de acoso sexual

REDACCIÓN TECNOLOGIA (EFE). El “grooming online” es una forma de acoso en la que un adulto se pone en contacto con un menor a través de canales digitales o de redes sociales para ganarse gradualmente su confianza e involucrarle en actividades de índole sexual.

La ciberdelincuencia aumentó casi el doble con la pandemia.Maria Jesus Ribas
audima

“Las amistades digitales, con usuarios que adoptan una identidad falsa difícil de detectar, pueden ser muy peligrosas para los menores. Aquellos que pasan más tiempo en redes sociales son más proclives a convertirse en víctimas”, señala Eduardo Cruz, director ejecutivo (CEO) de Qustodio.

La psicóloga Margarita García Marqués recomienda a los padres que mantengan con sus hijos “una comunicación asidua, amorosa y calmada, explicándoles los riesgos de las amistades virtuales, para que los menores confíen en ellos y les cuenten cualquier situación indicativa de un posible abuso en las redes sociales (RR.SS.)”.

La línea que separa el mundo físico del virtual está desapareciendo. Las tecnologías no se pueden separar de la vida cotidiana, ya que forman parte intrínseca de nuestra existencia y son un medio más mediante el cual nos relacionamos, según la organización no gubernamental (ONG) Save the Children.

Pero en los últimos años surgieron nuevas formas de violencia en línea o formas de violencia ya existentes que ahora han saltado a un canal diferente, el digital, como es el acoso y abuso sexual infantil en internet, también conocido como “grooming online” que, en la mayoría de los casos, sucede en las redes sociales.

Esta modalidad delictiva consiste en que un adulto se pone en contacto con un menor por medios electrónicos, con el fin de ganarse poco a poco su confianza para, luego, hacerle participar en una actividad sexual que puede ser desde hablar de sexo, ver pornografía y conseguir material íntimo hasta llegar a mantener un encuentro físico, según explican desde Save the Children.

Durante este proceso, el acosador intenta aislar poco a poco al menor, desprendiéndolo de su red de apoyo social, es decir: familiares, profesores y amigos, generando un ambiente de secretismo e intimidad, añaden.

En el “grooming online” el abusador envía material sexual al menor a través de un medio tecnológico. Suele hacerse pasar también por menor y adapta el lenguaje a la edad de la víctima, ejerciendo “una violencia igual de real que la física, pero de la que no se puede huir”, según STC.

La plataforma Qustodio informa que, según la Fundación FAD Juventud, desde el estallido del covid-19 han aumentado un 63% los casos de “grooming”.

Otro informe de la ONG Plan Internacional indica que un 60% de las niñas y adolescentes ha sufrido ciberacoso en algún momento, señalan desde Qustodio.

Para detectar si una cuenta de una RR.SS. es falsa, desde esta compañía recomiendan verificar si la foto de perfil del usuario ha sido extraída de un banco de imágenes; considerar sospechosas a aquellas cuentas de reciente creación y que no tengan publicaciones; y no confiar plenamente en las aplicaciones de detección de perfiles falsos, ya que tienen un margen de error.

¿Qué hacer?

“Proporcionar al menor una buena educación digital y promover en el seno de la familia un equilibrio entre la vida “en línea” y la vida real son dos de las mejores precauciones que los padres pueden adoptar para evitar que sus hijos sufran un ciberacoso”, según Eduardo Cruz, director ejecutivo de Qustodio.

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