El anuncio fue hecho por el propio líder progresista en un mensaje que publicó en sus redes sociales tras el encuentro que tuvo en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia, con el presidente de BYD en Brasil, Tyler Li, y con el presidente del consejo de BYD en Brasil, Alexandre Baldy.
"Recibí en la mañana a los representantes en Brasil de la BYD, empresa de automóviles eléctricos que va a montar en el país su primera fábrica fuera de Asia", aseguró Lula.
De acuerdo con el mandatario, los ejecutivos le presentaron un informe detallado sobre su plan de inversiones en Brasil, que está centrado en la construcción de un complejo fabril de automóviles en Camaçari, municipio del estado de Bahía (nordeste), en las instalaciones que pertenecían a la multinacional Ford.
El jefe de Estado agregó que los planes prevén una inversión de 3.000 millones de reales y la generación de unos 10.000 puestos de trabajo, en un proyecto que va a "fomentar la economía local y contribuir para una mayor producción de vehículos sustentables a partir de energía limpia en Brasil".
BYD pretende iniciar en febrero próximo las obras para ampliar y modernizar las instalaciones abandonadas por la Ford, con el fin de montar la que será su primera planta fuera de China y la primera fábrica de vehículos eléctricos de Brasil.
El complejo de BYD en Brasil contará con tres fábricas en las que producirá camiones y automóviles eléctricos e híbridos, así como chasis para autobuses y camiones. La tercera planta será para el procesamiento de litio y hierro fosfato.
Según los planes del gigante asiático, uno de los líderes mundiales en la producción y venta de eléctricos, las plantas brasileñas comenzarán a operar entre finales de 2024 y comienzos de 2025 y tendrán una capacidad para producir 150.000 vehículos por año en su fase inicial.
Los ejecutivos aprovecharon la visita para entregarle al gobernante uno de sus modelos eléctricos Tan, que fue ofrecido en régimen de comodato a la Presidencia por un período inicial de dos años.
Lula también se reunió este miércoles con el presidente mundial de General Motors, Shilpan Amin, quien presentó un plan de inversiones en Brasil por 7.000 millones de reales (1.428 millones de dólares) entre 2024 y 2028 para modernizar sus plantas en el país, ampliar la producción e iniciar la fabricación de vehículos eléctricos.