Los abogados que representan a Israel, que escucharon ayer desde su sección en la sala todas las acusaciones enumeradas por el equipo sudafricano, tiene hoy el turno de la palabra desde las 10.00 hora local neerlandesa (09.00 GMT) y hasta aproximadamente las 13.00 horas (12.00 GMT), para exponer todos sus argumentos contra los crímenes enumerados por Pretoria.
Sudáfrica acusó ayer a Israel de tener un “patrón de conducta genocida” en su “política estatal” y denunció “asesinatos en masa”, “desplazamiento forzado” y un “lenguaje de deshumanización sistemática” de los palestinos.
Así, urgió a la CIJ a exigir “una suspensión inmediata de las operaciones militares israelíes en y contra Gaza”, y a evitar que Israel continúe “violando” la Convención contra el Genocidio, el tratado en disputa en este caso.
El país africano aseguró que “lideres políticos israelíes, comandantes militares, y personas que tienen cargos oficiales” declararon su “intención genocida de forma sistemática y explícita”.
Y advirtió de que “cualquier sugerencia de que los funcionarios israelíes no quisieron decir lo que dijeron o que los soldados y los civiles no entendieron bien lo que se dijo”, debería ser rechazada por la CIJ porque las pruebas son “escalofriantes, abrumadoras e irrefutables”.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio israelí de Exteriores tildó ayer las reclamaciones de Sudáfrica de “falsas e infundadas” y aseguró que tales afirmaciones “garantizan que Hamás pueda seguir con actos terroristas contra Israel”, por lo que, aseguró, Tel Aviv “seguirá protegiendo a sus ciudadanos y hará todo lo posible por detener” al grupo islamista.
La delegación israelí acudió a La Haya junto a algunos familiares de ciudadanos israelíes secuestrados o asesinados por Hamás, que contaron sus historias personales en eventos paralelos a la audiencia en la CIJ, y también organizaron una protesta desde el centro de La Haya y hasta la Corte, inundada en banderas israelíes y pancartas contra el caso judicial.
Al otro lado del edificio del tribunal, tuvo lugar una protesta propalestina, a la que se han sumado ciudadanos neerlandeses, pero también simpatizantes llegados de Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, incluidos grupos de judíos ortodoxos críticos de la guerra israelí en Gaza, con carteles donde afirmaban “El judaísmo condena al Estado de Israel y sus atrocidades”, y “Fin de la masacre y la persecución sionista en Gaza”.
El ministro sudafricano de Justicia, Ronald Lamola, que estuvo en La Haya como parte del equipo demandante, señaló que este procedimiento “no es contra el pueblo judío, es contra las acciones del Estado de Israel” en Gaza.
Reiteró que Sudáfrica ha “condenado de forma inequívoca” el ataque del 7 de octubre de Hamás en Israel, pero advirtió de que “esas atrocidades no justifican ninguna forma de genocidio”.