El BMW arribó a la terminal de autobuses del Balneario Camboriú a las 03:14, con Nicolás Kovaleski, de 16 años, al volante. Este descendió para recibir a Geovana Campos, quien llegaba de un viaje. Enseguida se unió al grupo en el vehículo, donde también se encontraban Gustavo Pereira Silveira Elias, de 24 años; Karla Aparecida dos Santos, de 19 años; y Tiago de Lima Ribeiro, de 21 años. Poco después, comenzaron a quejarse de malestar general.
Las grabaciones, compartidas por NSC Total de Brasil, muestran a Gustavo caminando con dificultades y apoyándose en un pilar. En un punto, Geovana, llevando una botella de agua en la mano, ayudó a Karla a salir del vehículo. Posteriormente, los jóvenes se dirigieron al baño y, tras volver, entraron de nuevo al auto, con el aire acondicionado encendido.
Con el paso de las horas, las imágenes muestran a Gustavo y Nicolás deambulando por el lugar antes de volver al coche. A las 06:59, un guardia de seguridad inspeccionó el BMW y retornó a su puesto. A las 07:13, Geovana notó la gravedad de la situación y solicitó la ayuda de los presentes en la terminal, que para entonces ya registraba mayor afluencia de público.
Lea más: Muerte de jóvenes en Balneario Camboriú: ¿qué es el monóxido de carbono y dónde se encuentra?
Las cámaras marcan las 07:29 cuando los equipos de emergencia llegaron al lugar. La doctora Monique Fuscaldo confirmó que los cuatro jóvenes ya no presentaban signos vitales. A pesar de los esfuerzos de resucitación durante 40 minutos, los paramédicos no lograron reanimarlos y fueron declarados fallecidos en el sitio.
Investigación apunta a intoxicación por monóxido de carbono
Según la principal hipótesis de la investigación, se cree que Gustavo, Karla, Nicolás y Tiago murieron intoxicados por monóxido de carbono debido a una fuga a través de un escape defectuoso que permitió la entrada del gas al sistema del aire acondicionado del vehículo. La Policía estima que permanecieron cerca de tres horas en el auto encendido y espera que los informes pertinentes concluyan la investigación en breve.
En el relato de Geovana a la Policía, manifestó que los jóvenes se habían quejado de síntomas como desconcierto, náuseas y sangrado bucal. La Policía solicitó imágenes de seguridad para realizar una inspección detallada y avanzar en la investigación. Los exámenes iniciales del BMW sugirieron la existencia de una brecha entre el motor y el tablero, y se conoció que el vehículo había sido modificado recientemente en su sistema de escape.
Lea más: Balneario Camboriú: forenses evalúan presencia de monóxido de carbono en automóvil
Las familias de los jóvenes, que compartían una amistad desde la infancia, se vieron obligadas a despedirse en un funeral colectivo. Mientras tanto, las causas exactas detrás de este fatal incidente continúan investigándose meticulosamente.