Nueva Delhi amanece bajo un espeso manto de contaminación tras el festival hindú de Diwali

Nueva Delhi, 13 nov (EFE).- Nueva Delhi amaneció este lunes envuelto en una espesa niebla tóxica de contaminación tras la festividad hindú de Diwali, una escena que se ha vuelto cotidiana para los habitantes de la capital, pese a las restricciones de las autoridades para prevenirlo.

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La mayoría de estaciones de monitorización de la calidad del aire registraron desde primera hora unas concentraciones de partículas PM 2.5., las más dañinas para la salud, superiores a 300 microgramos por metro cúbico de aire, según mediciones de la Oficina Central de Control de la Contaminación (CPCB).

Unas cifras que superan hasta en veinte ocasiones el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera peligrosa una exposición diaria de más de 15 microgramos por metro cúbico de aire.

El barrio de Pusa, en el oeste de la capital, registró los valores más altos a las 9:00 horas (4:30 GMT), con una concentración de 386 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico de aire.

Según la plataforma IQAir, Nueva Delhi experimentó un pico de contaminación la pasada noche, cuando los habitantes de la capital lanzaron miles de petardos y fuegos artificiales para celebrar la festividad religiosa de Diwali, que marca el inicio del año nuevo hindú.

A pesar de que el Tribunal Supremo prohíbe desde hace años esta práctica que contribuye a la polución, las pequeñas explosiones se oyeron en las calles de la capital hasta bien entrada la noche, propiciando que el indice de calidad del aire (AQI, en inglés) macase un valor de 1.117 en torno a la medianoche, con más de 600 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico de aire.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos establece que un AQI superior a 50 ya comienza a suponer riesgos para la salud.

Sin embargo, los petardos no son los únicos detonantes de la contaminación, el aire tóxico de la ciudad es un cóctel de emisiones de vehículos, polvo de la construcción, partículas originadas de la quema de rastrojos en las zonas agrícolas y la quema constante de desechos sólidos de esta ciudad de más de 20 millones de habitantes.

Para atajar esta polución que afecta a Nueva Delhi desde hace semanas, las autoridades suspendieron el 2 de noviembre los trabajos de construcción no esenciales y la entrada de camiones diésel en la capital hasta nuevo aviso, como parte de un plan de contención que prevé nuevas medidas según decaiga la calidad del aire.

Un día después también decretaron el cierre de todos los colegios durante dos días, aunque posteriormente lo extendieron hasta el 18 de noviembre.

Inicialmente, también anunciaron que limitarían la entrada de vehículos a la capital a partir de este lunes, permitiendo que solo los vehículos privados con matrícula par, o impar, circulen cada días por sus calles, pero las dudas que arrojó el Supremo sobre la eficacia de esta medida llevó a las autoridades a dar marcha atrás.

Junto a estos factores, el deterioro alarmante de la calidad del aire de Nueva Delhi también se debe a la llegada del invierno y la disminución de los vientos que impiden la dispersión de los agentes contaminantes.

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