“Estaremos muy vigilantes para garantizar la aplicación de esta ley”, dijo la primera ministra, Élisabeth Borne, en Saint-Germain-sur-Ille (oeste) con motivo de la vuelta al colegio.
Borne indicó que por el momento no hubo incidentes. “Varias chicas jóvenes han llegado con abayas a varios establecimientos. Algunas han aceptado quitársela. Con las demás, hablaremos” para explicarles la ley, agregó.
El gobierno anunció el mes pasado que prohibía la abaya y el qamis en las escuelas, al considerar que infringía las normas sobre laicidad en la educación, que ya prohíben el velo musulmán.
La abaya cubre la totalidad del cuerpo, excepto rostro, manos y pies. El qamis es una túnica para hombres.
“Identificamos unos 513 centros que podrían verse afectados potencialmente por este tema”, indicó el ministro de Educación, Gabriel Attal, a la radio RTL.
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Clase política dividida
La prohibición fue destacada por la clase política de derecha, pero la izquierda argumentó que representaba una afrenta a las libertades civiles.
En Francia, hay unos 59.000 centros educativos y 12 millones de alumnos volvieron a clase este lunes.
La izquierda ha acusado al gobierno del presidente centrista Emmanuel Macron de competir con esta medida con la ultraderechista Marine Le Pen, a unos nueve meses de las elecciones europeas.
Gabriel Attal también se mostró abierto a experimentar uno de los reclamos recurrentes de la derecha y de la ultraderecha: la introducción del uniforme obligatorio en los colegios.
“No creo que sea una solución milagrosa que permita resolver todos los problemas de la escuela, pero creo que merece la pena probarla” , dijo el ministro, que abogó por hacerlo “rápidamente” .