Golpistas de Níger califican sanciones de la Cedeao de “ilegales e inhumanas”

El presidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), que gobierna Níger, el general Abdurahamane Tiani, calificó este sábado de “ilegales e inhumanas” las sanciones impuestas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) tras el golpe de Estado del pasado 26 de julio.

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En un discurso televisado dirigido a la nación, Tiani acusó a la CEDEAO de “privar al pueblo nigerino de recursos financieros indispensables, entorpecer su economía y el pequeño comercio” y de “preparar una armada de ocupación en complicidad con una potencia extranjera ajena a nuestro espacio comunitario”, en mención a Francia.

Tiani afirmó que la CEDEAO "no mide las consecuencias que una intervención militar contra Níger tendría en toda la región" e "ignora totalmente" que es gracias al profesionalismo del Ejército nigerino fue posible impedir que los terroristas desestabilicen la región.

El presidente del CNSP cuestionó la legitimidad de las sanciones, que incluyen el cierre de fronteras, la suspensión de transacciones financieras y el bloqueo de productos alimentarios y farmacéuticos.

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Recordó que esas sanciones fueron adoptadas “sin consulta previa ni de las autoridades de transición, ni de las instancias regionales, ni de los parlamentos nacionales, ni mucho menos de las poblaciones hermanas de los países de la comunidad”.

Tiani expresó su agradecimiento a los "líderes visionarios" y a las "poblaciones solidarias" que se han opuesto a una intervención militar y que han apoyado el golpe de Estado que, según él, respondió al "anhelo" del pueblo nigerino que se siente "liberado".

Este discurso se produce en el contexto de la amenaza del bloque regional de la CEDEAO de realizar una intervención militar en Níger para recuperar el orden constitucional si fracasan las vías pacíficas.

La posible acción militar ha dividido a la región, donde los Gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron en las últimas semanas y de manera pública la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.

En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países vecinos gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos, mientras que Chad, Guinea-Conakri, Argelia y Cabo Verde han rechazado una intervención militar y abogan en su lugar por el diálogo.

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