"¿You hablas un piquito de español?", pregunta con un peculiar acento un joven peregrino polaco a un camarero en una terraza próxima a la "Colina del Encuentro", uno de los grandes escenarios de la JMJ. "Sim", responde el mozo en portugués.
A su lado, una francesa se defiende en "frañol", mientras un grupo de brasileños bromea sobre sus problemas con el "portugués de Portugal".
En inglés se dirige el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, a un grupo de jóvenes voluntarios durante una ceremonia.
El idioma no un es un problema. En caso de necesidad, siempre se puede recurrir a los traductores de las aplicaciones móviles. Más difícil que hacerse entender es desplazarse en una ciudad bloqueada por las restricciones al tránsito y los controles de seguridad.
Cortes de tráfico, cierres de estaciones de metro y de trenes, cambio en las rutas de autobús... Moverse esta semana en Lisboa es casi un milagro.
LA FERIA DE LAS VOCACIONES
Hasta del domingo, los fieles podrán, además de seguir al papa en las ceremonias públicas, acudir a la Ciudad de la Alegría -en Belem-, para conocer a católicos de todo el mundo, confesarse en alguno de los 150 confesionarios instalados en la zona o indagar sobre sus aptitudes en la "Feria de las vocaciones".
Podrán, además, seguir las misas programadas en el centro de la ciudad y en Loures, desplazarse al santuario de Fátima o permanecer en vigilia en el Parque do Tejo, donde Francisco cerrará su visita a Lisboa.
Aunque no todo es oración. Los múltiples escenarios del Festival de la Juventud ofrecen decenas de conciertos y actividades en la ciudad.
Rock, pop, balada, salsa, batucadas... una fiesta multitudinaria porque "la música es un vehículo formidable para transmitir el amor de Dios y evangelizar", como apunta a Efe el padre Jesús Javier Mora, del grupo de curas rockeros "La voz del desierto", con cinco conciertos en la agenda de la JMJ.
DÍA PARA SALIR DEL SOFÁ
Diversión sin descuidar el espíritu. Para eso los jóvenes cuentan con la Guía del Peregrino y el libro de oraciones, complemento perfecto del "kit" que reciben los fieles con un rosario, una garrafa de agua y un gorro, básico para aguantar los sermones bajo el sol a más de 30 grados.
Además de un detallado programa, la guía plantea un propósito diario para los jóvenes.
El "día para comenzar de nuevo", en el estreno de la JMJ, da paso al "día de levantarse del sofá y salir de tu zona de confort", previo a "descubrir la alegría de ser cristiano" en el ecuador de la Jornada.
El viernes será "para entrar en fe y no quedarse en la puerta", antes de "agradecer lo que Dios hace por mi".
El último día se reserva para "prepararme para cambiar de vida", con una recomendación especial que, además, es una excelente estrategia promocional: "Comparte tu experiencia de la JMJ con dos personas que no la hayan vivido".