"Las fuerzas de seguridad de los talibanes ejercieron violencia contra nosotras, abrieron fuego, nos echaron agua, golpearon a las niñas y se llevaron sus teléfonos", dijo una manifestante en un video difundido por un grupo de activistas afganas.
Pese a que las manifestaciones en este país son muy poco frecuentes por miedo a la represión de los fundamentalistas, las mujeres portaron pancartas y corearon lemas como "trabajo, comida, justicia".
Su petición busca revertir el cierre de los salones de belleza para mujeres en el país, una medida que ha destruido la fuente de ingreso o los pocos espacios de la sociedad donde la actividad de mujeres era todavía permitida.
En respuesta, las fuerzas de seguridad de los talibanes realizaron disparos al aire y lanzaron agua a presión sobre algunas de las manifestantes para dispersar las calles, según imágenes difundidas por medios afganos.
La violencia contra las manifestantes fue criticada por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), que mostró su preocupación por el deterioro de la vida y la seguridad de las afganas desde la llegada al poder de los talibanes.
"Los informes sobre la represión de una protesta pacífica de mujeres contra la prohibición de los salones de belleza, la última negación de los derechos de las mujeres en Afganistán, son profundamente preocupantes. Las afganas tienen derecho a expresar sus opiniones sin violencia", dijo la UNAMA en Twitter.
El cierre de salones de belleza ordenado por los talibanes a principios de este mes se suma a una larga lista de prohibiciones que enfrentan las mujeres en Afganistán desde la llegada al poder de los fundamentalistas, el 15 de agosto de 2021.
La realidad que viven las afganas a día de hoy se asemeja cada vez más a la época del primer régimen de los talibanes, entre 1996 y 2001, cuando, de acuerdo con una rígida interpretación de la ley islámica y su estricto código social conocido como pastunwali, prohibieron la asistencia femenina a las escuelas y recluyeron a las mujeres en el hogar.