Según la información del Ministerio de Ambiente, la selva amazónica en Brasil ha sufrido una pérdida de 2.649 kilómetros cuadrados de vegetación entre enero y junio, una cantidad mucho menor a la registrada en los primeros seis meses de 2022 -3.988-.
Se trata de la menor área devastada para el período desde el primer semestre de 2019 (2.447 kilómetros cuadrados), precisamente los seis primeros meses de Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), un defensor de la explotación económica de la Amazonía.
Según los datos medidos por los satélites del Instituto Nacional de Pesquisa Espacial (INPE), la deforestación en la Amazonía brasileña cayó desde 1.120 kilómetros cuadrados en junio de 2022 hasta 661 kilómetros cuadrados en junio de 2023, una reducción del 41 %.
“Se trata de una caída expresiva si tenemos en cuenta que en junio por lo general la deforestación aumenta. La devastación se concentra en los meses de sequía -junio-octubre-, en los que se opera con más facilidad en la Amazonía”, afirmó en rueda de prensa el biólogo y ecologista Joao Paulo Capobianco, viceministro de Medio Ambiente.
El funcionario explicó que los datos muestran que el Gobierno consiguió su objetivo de revertir la curva de deforestación en la Amazonía y puede esperar mejores resultados en el segundo semestre.
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