Colombia: sigue desaparecido Wilson, el perro que buscaba a los niños perdidos en la selva

Wilson, el perro que integraba la Operación Esperanza, en busca de los niños que fueron rescatados en el bosque colombiano, sigue extraviado. Desde la prensa local mencionan que el can rescatista de seis años de edad llegó a estar con los menores, pero todavía se desconoce su paradero.

Sigue perdido Wilson, el perro rescatista que ayudó en la búsqueda de los niños sobrevivientes de un accidente aéreo en la selva colombiana.Redes Sociales
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El mismo presidente de Colombia, Gustavo Preto, confirmó que el perro Wilson sigue desaparecido en la selva del Guaviare en la cual fueron rescatados los cuatro niños que estaban desaparecidos tras un accidente aéreo, hace 40 días. El can rescatista se perdió durante las labores de búsqueda.

Se trata de un can de la raza pastor belga, de seis años de edad. Las autoridades tenían la esperanza de que el animal esté con los menores indígenas pero ayer fueron encontrados los pequeños y Wilson no estaba con ellos.

“Lo que no ha aparecido es el perro que en algún momento estuvo con ellos”, mencionó en las primeras declaraciones brindadas sobre el rescate de los niños, quienes tienen entre 13 y un año de vida.

El perro fue fundamental para rescatar a los niños indígenas pues fue quien encontró el refugio de los pequeños, que fue una de las primeras pruebas de que seguían vivos. Hace unos días se llegaron a encontrar huellas de los niños junto a las de un perro, por lo cual se presume que el animal llegó a estar con ellos.

Sobrevivieron a 40 días en la selva

Ayer el Ejército de Colombia confirmó el hallazgo con vida de los cuatro niños que sobrevivieron a un accidente aéreo donde perdió la vida la madre, el 1 de mayo pasado.

Los protagonistas de este milagro son Lesly Mukutuy, de 13 años; Soleiny Mukutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de 4 años, y el bebé de un año, Cristin Neruman Ranoque.

En el percance aéreo perdieron la vida tres adultos. Durante 40 días, rescatistas y comunidades indígenas recorrieron la selva en busca de los pequeños. Restos de frutas fueron esenciales para confirmar que se encontraban aún con vida.

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