“No es algo inesperado. Por eso tenemos que seguir suministrando a Ucrania lo que necesite”, dijo a la prensa el presidente estadounidense, Joe Biden.
Después de meses en que los ataques sobre la capital ucraniana se han producido casi siempre de noche, Rusia lanzó poco antes del mediodía contra Kiev 11 misiles balísticos y de crucero que provocaron fuertes explosiones en el centro de la ciudad al ser interceptados por las defensas aéreas de Ucrania.
Además, Rusia lanzó en la madrugada del domingo más de 40 drones kamikaze, en el mayor ataque con aparatos no tripulados contra Kiev desde el principio de la guerra. Pese a que todos los artefactos fueron interceptados, una persona murió al recibir el impacto de los fragmentos de un proyectil destruido.