Para Meloni "el problema de la frontera sur del Mediterráneo no es solo de Italia sino de toda Europa" y señaló que "en el último Consejo Europeo esta realidad surgió claramente".
"Ya no es momento de discutir, sino de actuar”, dijo Meloni, que aseguró que "los servicios secretos indican que una potencial ola de 900.000 personas se prepara para desembarcar en las costas de Europa".
Destacó que "el Gobierno italiano continuará luchando contra los traficantes de personas, salvando vidas en el mar, promoviendo las entradas legales y dando la bienvenida a quienes realmente tienen derecho a la protección internacional, construyendo un futuro en África".
Pero añadió que "la inmigración es un fenómeno que hay que regular, no podemos permitir que los traficantes elijan quién llega a Italia".
Ante ello Meloni dijo que "la Unión Europea debe lanzar una operación naval y aérea para la vigilancia del Mediterráneo central y oriental y la lucha contra los traficantes de personas" y que esta "debe desarrollarse en estrecha coordinación y apoyo con los países de origen, que a su vez deben estar dotados de todos los medios necesarios para frenar el tráfico”.
La primera ministra también propuso una "gestión conjunta de repatriación de los cientos de miles de inmigrantes ilegales presentes en territorio europeo" y agregó que "la UE debe tener una capacidad financiera sólida para las inversiones económicas en el continente africano, la financiación debe desembolsarse sobre la base de acuerdos vinculantes".