Xi y Bin Salmán sostuvieron una conversación telefónica en la que el mandatario chino aseguró que la reciente normalización de relaciones entre Teherán y Riad, auspiciada por China, "ayudó a mejorar las relaciones bilaterales entre los dos países" y "reforzó la solidaridad regional", según la cadena estatal CCTV.
"China seguirá apoyando este proceso", declaró Xi, que agregó que la normalización de los lazos entre los dos países, tradicionalmente rivales en la región, fue "elogiada por la comunidad internacional".
Según el líder chino, "la solución de conflictos y diferencias a través del diálogo y la consulta se ajusta a la voluntad de los pueblos y los intereses de todos los países".
Por su parte, el príncipe heredero saudí indicó que su país "aprecia sinceramente el apoyo chino a la hora de mejorar las relaciones con Irán", lo cual, a su juicio, "demuestra el papel de China como potencia responsable".
Además, Riad valora positivamente el hecho de que Pekín "desempeñe un papel cada vez más fundamental y constructivo en los asuntos regionales e internacionales", señaló Bin Salman.
El acuerdo entre Irán y Arabia Saudí, las dos potencias chií y suní de Oriente Medio, incluye la reapertura de sus embajadas y se firmó en China, que ha ejercido de mediador entre esos dos enemigos tradicionales que desde hace años se disputan la hegemonía regional y apoyan a bandos rivales en conflictos de la zona.
Como parte del pacto, Irán y Arabia Saudí se comprometen a "respetar la soberanía de los países y a la no injerencia en sus asuntos internos". Además, se reactiva un acuerdo de seguridad de 2001 y memorandos de cooperación en materia economía, comercio, inversión, tecnología, ciencia, cultura, deporte y juvenil de 1998.