"En cuanto a la reunión con Erdogan, está relacionada con el momento en que Turquía esté dispuesta a retirarse totalmente del territorio sirio de forma clara y sin ningún tipo de ambigüedad, cese el apoyo al terrorismo y regrese a la situación previa al comienzo de la guerra en Siria", señaló a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
"Además, ¿cuál es el valor de tal reunión y por qué organizarla si no conduce a resultados para el fin de la guerra en Siria?" añadió.
Damasco ha condicionado desde un principio una reconciliación con Ankara a la salida de las tropas turcas del norte de Siria y el fin del apoyo militar a las milicias alzadas en armas contra Asad, que el régimen sirio considera "terroristas".
"Para nosotros, Turquía es un Estado ocupante" dijo Al Asad, quien subrayó el importante papel de Rusia en el mantenimiento de buenas relaciones entre Siria y Turquía.
Desde el año pasado, Erdogan ha señalado su disposición a retomar las relaciones diplomáticas con el régimen de Al Asad, rotas desde el comienzo de la guerra civil siria en 2011, una vez que se hayan celebrado las elecciones turcas de mayo próximo.
En diciembre pasado los ministros de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, y de Siria, Ali Mahmoud Abas, mantuvieron una reunión en Moscú, la primera entre los dos Gobiernos desde el comienzo de la guerra.
Rusia apoya el interés del presidente turco en normalizar las relaciones con Al Asad y en general las de dos países vecinos, por lo que Moscú está dispuesto a trabajar en esta dirección.
"Confiamos en la parte rusa, ya que ha desempeñado el papel de mediador para facilitar estos contactos, dentro del marco de los cimientos en los que se basa la política rusa", dijo Al Asad.
Según el mandatario sirio, estrecho aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, esto se refiere al "respeto por el derecho internacional, reconocimiento de la soberanía de los Estados, el rechazo al terrorismo, el respeto por la integridad territorial de Siria y la necesidad de retirar las fuerzas armadas extranjeras ilegítimas de Siria".