En una entrevista con el diario suizo Blick, la presidenta de la asociación de fabricantes pharmaSuisse recomienda que Suiza "se alíe con el resto de Europa para intentar que no todos los activos (de los fármacos) provengan de Asia".
"Tenemos que diversificar los suministradores, porque en toda Europa sólo hay una empresa que produce sus propios antibióticos, la austriaca Sandoz", indicó Ruggli al rotativo suizo.
La presidenta de pharmaSuisse subrayó que el problema se repite en el resto de los continentes, ya que el 90 por ciento de las sustancias activas que componen los medicamentos proceden de China y de la India, una concentración "de mucho riesgo" y que puede producir problemas como los actuales.
"Con el fin de la política de covid cero en China, toda su población ha enfermado y han necesitado muchos más antipiréticos (fármacos contra la fiebre) y analgésicos, así que las fabricantes chinas han reducido mucho sus ventas al exterior", explicó.
Según Ruggli, en Suiza esta carestía ha producido que un 7 por ciento de los medicamentos cubiertos por los seguros médicos nacionales no estén disponibles, algo que ha comenzado a producir situaciones dramáticas en las farmacias locales con la llegada del frío.
"Actualmente faltan en los establecimientos analgésicos, medicamentos para el corazón, contra la hipertensión, contra el párkinson, la epilepsia o la depresión, e incluso tratamientos infantiles", lamentó.