Schaecter, nacido en la antigua Checoslovaquia, se encuentra estos días inmerso en "agotadoras sesiones de grabación" que recogen su testimonio como superviviente de Auschwitz, cómo fue deportado allí en un tren, logró escapar, y el asesinato en los campos de sus padres, tres hermanos y un centenar de familiares, señaló a EFE Jody M. Kipnis, presidenta de Holocaust Legay Foundation.
Este viernes se conmemora el Día Internacional de las Víctimas del Holocausto (La Shoa, en hebreo). Han pasado 78 años del fin del exterminio en el campo de concentración nazi y Schaecter, uno de los fundadores del Miami Holocaust Memorial, quiere mantener viva "la responsabilidad de contarles a los niños la pesadilla que pasamos".
Este eslovaco que encarna la terrible historia de tantos judíos del este de Europa asegura en un comunicado que "será responsabilidad de las generaciones futuras llevar adelante nuestra historia".
La generación actual verá desaparecer, por puras razones biológicas, a todos aquellos judíos que lograron escapar de los campos de concentración o sobrevivir a ese horror donde "los encarcelados lucharon contra horribles condiciones de vida, y el hambre y las enfermedades graves eran comunes" bajo la sombra de la muerte.
Por eso resulta tan importante guardar testimonios como el de Schaecter, quien, con 11 años, siguió el camino de su padre hacia Auschwitz junto a su hermano mayor, Yakov, donde permanecieron 18 meses hasta ser transferidos a Buchenwald.
En este segundo campo de exterminio, su hermano Yakov se debilitó, enfermó gravemente y "no quería vivir más". Murió aferrado a David, cuenta su biografía.
Las actuales sesiones de preguntas y respuestas con Schaecter en Miami están dirigidas por Michael Berenbaum, un estudioso del Holocausto y educador que ha contribuido a la creación de muchos de los museos y monumentos de EE.UU. en su memoria, entre ellos el próximo Museo del Holocausto de Boston.
La dimensión del testimonio de los supervivientes en esta exhibición interactiva de Boston, en la que participa USC Shoah Foundation, es "invaluable", ya que el encuentro entre estudiantes y supervivientes del Holocausto es "una de las herramientas más poderosas que tenemos en la educación" sobre este genocidio de seis millones de judíos, dice Berenbaum.
Shaecter ha pasado la mayor parte de su vida impartiendo charlas a niños sobre sus experiencias, su historia de supervivencia en los campos de exterminio. Pone todo su empeño en que, cuando él se haya ido, difundan su mensaje en un mundo que no está seguro de que haya aprendido la lección.