África y las tecnologías digitales para luchar contra el hambre

María RodríguezDakar, 25 ene (EFE).- Las tecnologías digitales se han convertido en los últimos años en África en una herramienta para luchar contra la inseguridad alimentaria y pueden ayudar al continente a combatir el hambre que afecta a unos 249 millones de personas.

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En África se utilizan aplicaciones móviles para informar sobre los precios del mercado o las cosechas, imágenes satelitales para vigilar los pastos y la morfometría geométrica para detectar la desnutrición aguda severa en los niños, entre otras tecnologías.

"Las nuevas tecnologías tienen mucho que aportar a la seguridad alimentaria", explica a EFE Amador Gómez, director de Innovación, Investigación y Desarrollo de Acción Contra el Hambre (ACH).

"Hacer que el internet de las cosas facilite información útil a los pequeños productores y campesinos es incorporar tecnología para poder avanzar hacia una agricultura inteligente frente al cambio climático, frente a los retos para seguir aumentando la producción de alimentos", añade Gómez.

ACH usa desde 1998 las imágenes satelitales que, cruzadas con la información obtenida en el terreno, permiten a pastores de Senegal, Mali, Níger y Mauritania conocer la realidad de los suelos y la disponibilidad de vegetales.

"Esta es una información clave para los pastores porque, en función de la disponibilidad de pastos, las poblaciones pastoras se desplazan y también es clave para evitar conflictos entre comunidades de pastores y de agricultores", cuenta Gómez.

Es, además, una información que se pone en manos de los principales tomadores de decisión y permite anticiparse y predecir "cómo puede evolucionar el ganado y, por tanto, qué grado de resistencia pueden tener las poblaciones".

MORFOMETRÍA GEOMÉTRICA PARA DIAGNOSTICAR DESNUTRICIÓN

Esta organización comenzó recientemente a emplear otra tecnología contra la desnutrición: la morfometría geométrica, utilizada desde hace años en medicina forense o en cuestiones de seguridad.

A través de una aplicación en un teléfono móvil Android, denominada "SAM Photo", ACH diagnostica la desnutrición aguda severa en niños sin necesidad de usar tallímetros ni balanza.

Gómez afirma que "el diagnóstico con 'SAM Photo' es igual de fiable que si pesáramos al niño".

"Esta tecnología ya ha sido publicada en revistas científicas de doble revisión y, por tanto, ya no es una opinión de ACH, es una evidencia científica que existe", asegura el director de Innovación de la ONG.

La aplicación se desarrolló en Senegal, se ha extendido su uso a Guatemala y a mediados de año empezarán a aplicarla en India.

DIGITALIZACIÓN PARA MEJORAR LA PRODUCCIÓN

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también aplica tecnologías digitales para mejorar la producción y el acceso al mercado de los agricultores africanos.

El director general de la FAO, Qu Dongyu, subrayó el pasado abril la importancia de la digitalización como un "camino hacia la nueva forma de vida y la nueva economía agrícola" para transformar los sistemas agroalimentarios, eliminar el hambre y reducir la pobreza.

La FAO puso en marcha hace unos años uno de sus proyectos faro "Iniciativa 1.000 Aldeas Digitales" en Senegal, país donde, de momento, se ha desarrollado con base en tres herramientas: una aplicación móvil y dos plataformas en línea.

"Se acercan las lluvias, recuerda comprar tus semillas, preferiblemente semillas certificadas o tus mejores semillas de la cosecha pasada", le comunica en lengua local la aplicación móvil de la FAO a un agricultor en Senegal.

Llamada SAIDA (Servicios Agrícolas e Inclusión Digital en África), la aplicación envía a unos 300.000 agricultores senegaleses información sobre producción, meteorología, mejores prácticas agrícolas, evolución de los precios del mercado y transformación y conservación de los alimentos para evitar pérdidas, entre otros, explica a EFE Amadou Fall, experto en digitalización para la oficina subregional de África Occidental de la FAO.

Además, una plataforma de comercio en línea (Senlouma), desarrollada durante la pandemia de covid-19 para afrontar las restricciones de desplazamiento de personas, permite a un centenar de asociaciones de agricultores vender sus productos en internet y publicitarlos en redes sociales.

Otra plataforma desarrollada localmente (e-Tolbi), en la que, por ahora, sólo participan una veintena de agricultores, permite tener imágenes de satélite de los campos y una interpretación con inteligencia artificial sobre informaciones relacionadas con la fertilización, la cantidad de agua necesaria en cultivos y las enfermedades que pueden atacar a sus producciones.

Con e-Tolbi, "los productores reciben un audio por una llamada telefónica automatizada que permite tener esta información en su teléfono", indica Fall.

"Las comunidades de agricultores conocen perfectamente sus tierras, sus métodos de cultivo, pero hoy nos estamos enfrentando a nuevos retos como es el cambio climático", subraya Gómez.

"Sumando su conocimiento tradicional a esa información que nosotros le aportamos a través del internet de las cosas, pueden tomar decisiones mejor informadas (...) de una manera más inteligente y, por tanto, más para futuro", concluye el experto de ACH.

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