Navidad para los no cristianos, entre la indiferencia y el unirse a la fiesta

ESPAÑA. La Navidad es una fiesta cristiana que se celebra ampliamente en España y otros países de esta tradición cultural, pese a que en sus sociedades conviven muchas personas de otras religiones para los que no es propia, y que se dirimen entre la indiferencia y el unirse a la fiesta.

Las luces de Navidad iluminan los edificios del centro de Madrid en jornadas marcadas por el inicio de las vacaciones navideñas.MARISCAL
audima

La Navidad conmemora cada 25 de diciembre el nacimiento de Jesús de Nazaret, la segunda persona de la Trinidad en la que creen la mayoría de confesiones cristianas, aunque su significado ha traspasado lo estrictamente religioso y en la actualidad tiene una dimensión más cultural de familiaridad y esperanza.

En un país aconfesional como es España, según su constitución, muchos de sus ciudadanos que profesan otras religiones de tradiciones no cristianas conviven con esta festividad, bien sumándose a la fiesta o, simplemente, viviéndola como un día más desde el respeto a sus vecinos.

DANIEL ACKERMAN (JUDÍO): “LAS TRADICIONES NO VAN ÚNICAMENTE LIGADAS A LO RELIGIOSO”

El joven venezolano Daniel Ackerman (Caracas, 1997), judío de tradición Askenazi y que vive desde 2016 en Madrid, no tiene prevista ninguna celebración para este 25 de diciembre, aunque algunos años ha participado en celebraciones de Navidad invitado por amigos de la familia.

Los judíos no reconocen a Jesús ni como Mesías ni tampoco como profeta, y para ellos el día de Navidad carece de significado, aunque este año coincide en el calendario con la festividad judía de la Janucá o Fiesta de las Luminarias, que comenzó el pasado 18 de diciembre y que acabará el día 26.

Según explica Ackerman a EFE, considera que un judío puede celebrar la Navidad si lo desea, puesto que las tradiciones "no van únicamente ligadas a lo religioso, sino que también son parte fundamental de la integración de una sociedad diversa y moderna".

"Yo nunca he comulgado con esos judíos ortodoxos que se dan golpes en el pecho y no son capaces de ver por la ventana de su casa cuando ocurren festividades que no son las que ellos celebran", señala.

CRISTINA VILAPLANA (MUSULMANA): “PONGO MUY EN VALOR ESTAR EN COMPAÑÍA DE LA FAMILIA”

Cristina Vilaplana (Sabadell, 1985) se convirtió al Islam en un proceso de búsqueda espiritual que inició en la adolescencia después de haber recibido una educación católica, aunque cada 25 de diciembre acompaña a su familia en esta festividad, pese a que no forme parte del calendario de su confesión.

La joven musulmana, según explica a EFE, se reúne con sus padres y hermanos, acompañándoles en la celebración cultural de las fiestas de Navidad, del mismo modo que hacen ellos con las festividades típicas del Islam.

"Pongo muy en valor el estar en compañía de la familia, el respeto a los otros, y el de la interreligiosidad", señala Vilaplana, que se desliga completamente del significado religioso de la Navidad, y que explica que, para los musulmanes, Jesús es un profeta, al que respetan mucho, pero que no es hijo de Dios.

EMILIO EGEA (BAHA’I): “NOSOTROS PENSAMOS QUE TODAS LAS RELIGIONES SON UNA”

Emilio Egea, español que forma parte de la comunidad Baha'i de Barcelona, tampoco tiene previsto celebrar el día de Navidad, aunque por una "simpática casualidad" hará comidas tanto el 24 como el 25 ante la llegada de familiares suyos.

"Nosotros pensamos que todas las religiones son una y que se expresan en diferentes maneras según las condiciones de la época y su desarrollo", explica a EFE el creyente de la fe Baha'i, fundada en el siglo XIX.

El miembro de la comunidad Baha'i señala que, aunque respetan a Jesús como una "manifestación de Dios", no celebran su nacimiento de la misma forma que los cristianos no celebran el nacimiento de Moisés, pese a proceder de la tradición judía, aunque hay años que, invitado por amigos suyos, se ha sumado a acompañarles en la celebración navideña.

El profesor de Filosofía Armando Pego señala a EFE que la Navidad, más allá de su significado religioso, es una festividad que transmite el sentimiento de la "esperanza" en el mundo occidental.

“Lo que se celebra al final es que todo ya está prácticamente completado y volvemos a recomenzar, volvemos a tener la esperanza de que las cosas vuelvan a ser de una manera determinada”, señala Pego, quien añade que, más allá de su significado religioso, la Navidad va muy ligada a la familia y el reencuentro.

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