La autorización fue solicitada inmediatamente después del primer rescate, lo que puede ajustarse a un nuevo protocolo, regulado por decreto, que regula la llegada de migrantes a las costas de Italia, según medios de comunicación italianos.
De hecho el barco, que partió de Burriana (España) el pasado 7 de diciembre, aún permanece en las inmediaciones de la isla de Malta y apenas ha comenzado a dirigirse al puerto de Livorno, en el centro de Italia.
La ONG alemana Sea-Eye 4 dio a conocer, a través de sus redes sociales, que muchos de los migrantes a bordo están enfermos o heridos, y que entre ellos hay 12 menores no acompañados y cinco mujeres.
Asimismo, informó de que muchos de los rescatados llevaban un día y medio en el mar cuando el barco recibió una llamada de socorro y acudió para proporcionarles comida y ropa de abrigo.
Apenas se conocen más detalles sobre el nuevo decreto que regulará la llegada de navíos de rescate a los puertos italianos, uno de los objetivos del recién estrenado Ejecutivo liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni.
Se tratan de los primeros rescates de barcos de ONG después del pulso que mantuvo a principios de noviembre el Gobierno italiano con algunos de ellos al impedir durante días el desembarco de las personas que había rescatado al aplicar su nueva política anti-inmigración de dejar bajar sólo a los migrantes vulnerables.
La nueva norma, ideada por el vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, impulsor de la política italiana de "puertos cerrados" a las ONG humanitarias, permitió que solo bajasen del barco los inmigrantes que tras una evaluación médica demuestran encontrarse en una situación de vulnerabilidad.
Así, el Geo Barents, de la ONG Médicos Sin Fronteras, atracó en el puerto de Catania (Sicilia, sur de Italia) el pasado día 5 de noviembre con 572 inmigrantes a bordo, pero en un primer momento solo desembarcaron los considerados "vulnerables", esencialmente mujeres, menores y enfermos, mientras que otros 215 tuvieron que quedarse en la nave.
Finalmente, al cabo de tres días desembarcó el resto de migrantes, lo mismo que pasó con la embarcación alemana "Humanity 1", de la ONG SOS Humanity.
Otro barco, el "Ocean Viking", de la ONG francesa SOs Mediterránee, pidió permiso para atracar en Francia con 234 migrantes después de ser rechazado por las autoridades portuarias italianas, lo que desencadenó un conflicto diplomático.
Meloni se marcó ayer como primer reto la gestión de las migraciones a través del Mediterráneo durante el décimo aniversario de la fundación de su partido, Hermanos de Italia
"Italia y Francia defienden sus intereses nacionales pero ambos sabemos que se debe encontrar una solución común", apuntó tras asegurar que no tiene inconveniente en reunirse con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para abordar el tema.
En lo que va de año han llegado a las costas italianas casi 96.000 personas, frente a las 63.000 del año pasado, según el Ministerio del Interior, que ha alertado también del "aumento considerable" de entradas en Italia por vía terrestre a través de la ruta de los Balcanes.
Según los datos oficiales, 4.101 inmigrantes fueron contabilizados entre el 1 de enero y el 25 de octubre de 2022, frente a los 1.350 del mismo periodo de 2021, lo que supone un incremento del 203,78%.