La agencia de la ONU para la infancia estima además que para 2050 todos los niños del planeta -más de 2.000 millones- pueden encontrarse en esta situación como resultado del calentamiento global.
"A pesar de lo caluroso que ha sido este año en casi todos los rincones del mundo, probablemente será el año más fresco del resto de nuestras vidas", advirtió la activista climática y embajadora de buena voluntad de Unicef Vanessa Nakate.
En un comunicado, la agencia de Naciones Unidas pidió a los líderes internacionales más medidas contra el cambio climático y para mejorar la protección de los niños que se enfrentan a este problema durante la próxima cumbre del clima (COP27), que se celebra el mes próximo en Egipto.
"Como mínimo, los Gobiernos deben limitar urgentemente el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y doblar la financiación para adaptación para 2025. Esta es la única forma de salvar vidas y futuros de niños y el futuro del planeta", señaló la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
Según Unicef, las olas de calor son especialmente dañinas para los más pequeños, que tienen menos capacidad de regular su temperatura corporal, con riesgo de que los niños sufran problemas de salud, entre ellos dolencias respiratorias crónicas, asma y enfermedades cardiovasculares.
El informe apunta también que el calor extremo puede complicar a los niños la nutrición y el acceso al agua, así como sus oportunidades de futuro.
A día de hoy, Unicef calcula que casi uno de cada cuatro menores de 18 años en el mundo está expuesto a una alta frecuencia de olas de calor, es decir, que vive en zonas donde este fenómeno se da de media 4,5 veces o más al año.
En 2050, la agencia estima que serán prácticamente todos los niños del mundo los que se encuentren en esa situación, independientemente de las medidas que se tomen para limitar el calentamiento global, aunque la severidad de las olas de calor sí dependerá de si se frena o no el cambio climático.
Además, actualmente unos 538 millones de niños están expuestos a olas de calor largas (de 4,7 días como mínimo cada vez), una cifra que puede llegar en 2050 a los 1.600 millones de niños en caso de un calentamiento de 1,7 grados, mientras que llegará a los 1.900 millones en caso de calentamiento extremo (2,4 grados).
El informe apunta que las regiones que verán un mayor aumento de las olas de calor serán las septentrionales, especialmente en Europa.
Mientras, África y Asia son las zonas donde una mayor proporción de niños -casi la mitad- se pueden ver expuestos para 2050 a temperaturas extremas de forma continuada, con países como Burkina Faso, Chad, Mali, Níger, Sudán, Irak, Arabia Saudí, la India o Pakistán entre los más afectados.