"Apoyamos al Estado en el asunto de la demarcación y, por supuesto, es importante para nosotros que el Líbano obtenga sus recursos naturales", indicó a Efe una fuente del poderoso movimiento político y armado que prefirió mantener el anonimato.
La fuente destacó que Hizbulá no "interfirió para nada" en el diálogo indirecto con el Estado judío, del que es acérrimo enemigo y con quien libró una breve guerra en 2006.
A principios del pasado julio, la formación chií envió tres drones de forma simultánea hacia una plataforma para extraer gas natural erigida poco antes por Israel en las aguas disputadas por el Líbano, si bien todos los aviones no tripulados fueron derribados por el Estado judío antes de alcanzar su objetivo.
El ataque se produjo poco después de que el Líbano e Israel, que no mantienen relaciones diplomáticas, retomasen las negociaciones iniciadas en 2020 para demarcar sus fronteras marítimas a raíz de la colocación de la plataforma.
El Gobierno libanés realizó entonces una muy inusual crítica pública a Hizbulá, al calificar la acción de "inaceptable" por sus posibles consecuencias sobre las negociaciones entonces en marcha.
El Líbano está sumido en una de las peores crisis económicas de la historia reciente, por lo que sería clave para el país acceder a potenciales reservas de gas en el mar Mediterráneo gracias al acuerdo con Israel, quien hoy anunció de forma unilateral el éxito de las negociaciones.
Beirut calificó de "satisfactoria" la oferta final del Estado judió, pero todavía no ha hecho un anuncio oficial.
Hizbulá cuenta con un gran peso político en el Líbano y controla varias regiones del oañus, incluida la zona fronteriza con el Estado judío, donde de tanto en tanto se enzarza con las fuerzas del país vecino en altercados de poca envergadura.