Cuatro miembros del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU visitaron Ecuador entre el 25 de septiembre y el 1 de octubre para indagar sobre las razones de los motines que se suceden desde 2020 en ese país y que han provocado más de 400 muertes.
El último motín ocurrió este martes en la cárcel de Latacunga, en la provincia de Cotopaxi, y causó la muerte de 16 internos y varias decenas de heridos, tan sólo dos días después de que los enviados de la ONU dejaran el país.
"La reciente violencia es la consecuencia del abandono estatal desde hace décadas. Los detenidos han vivido en un estado de tensión y constante temor en prisiones carentes de servicios esenciales", denunció el Subcomité en una declaración emitida en Ginebra, donde celebra sus reuniones.
Según los expertos, algunos espacios en las cárceles ecuatorianas "son autogestionados por detenidos que son miembros de organizaciones criminales".
Durante su misión en Ecuador, los representantes de la ONU visitaron nueve centros de internamiento en tres ciudades, en algunos casos acompañados de funcionarios del organismo nacional para la prevención de la tortura.
El subcomité destacó y agradeció que las autoridades ecuatorianos dieron a los expertos el más completo acceso y libertad de trabajo en los lugares de detención que deseaban visitar, donde pudieron entrevistarse con los internos.
Asimismo, tuvieron la oportunidad de dialogar con las más altas autoridades, incluyendo al presidente de la República.
Los integrantes de la misión de la ONU elaborarán un informe y una serie de recomendaciones destinadas al Gobierno de Ecuador, aunque estas comunicaciones se mantendrán en reserva hasta que las autoridades las hagan públicas.