Según la última actualización del Centro Nacional de Huracanes de EEUU (NHC) hacia las 02.30 horas locales (06.30 GMT) el ciclón se encontraba a unos 135 kilómetros al este del extremo occidental de la isla de Cuba y a unos 55 kilómetros al sur de Pinar del Río.
Ian "ha seguido fortaleciéndose", se ha convertido en huracán mayor y "se espera que toque tierra en el oeste de Cuba pronto", informó el NHC en su comunicado, que cita los datos más recientes obtenidos por satélites y aviones meteorológicos.
La escala Saffir-Simpson establece cinco categorías para los ciclones, y considera un huracán mayor el que alcanza al menos la categoría tres, con vientos sostenidos de entre 178 y 208 kilómetros por hora, y que puede ocasionar "daños devastadores", incluidas la pérdida de tejados en las casas, cortes del suministro eléctrico, el derribo de árboles y bloqueos de carreteras.
También puede causar marejadas ciclónicas, lo que significa la entrada de agua marina en tierra y lluvias intensas que pueden causar inundaciones.
Actualmente el huracán se desplaza a unos 20 kilómetros por hora en dirección nornoroeste, y tras atravesar el extremo occidental de Cuba se espera que se dirija a la costa oeste de la península de Florida, en el Golfo de México, como huracán mayor.
Si se cumplen los pronósticos, los vientos de Ian llegarán a tener el miércoles categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (entre 209 y 251 kilómetros por hora), cuando esté sobre las cálidas aguas del Golfo de México tras haber impactado en Cuba.
El jueves, de nuevo con vientos de categoría 3, se calcula que azotará la bahía de Tampa y el viernes, con categoría 1, tocará tierra más al norte de Florida.
Ian, el cuarto huracán de 2022, se espera que castigue también los Cayos de Florida en su marcha hacia el Golfo de México.
La última ocasión en que un huracán de grandes dimensiones afectó a Cuba fue en 2017, cuando Irma recorrió la costa norte de la isla de oriente a occidente dejando 10 muertos y pérdidas materiales valoradas en 13.185 millones de dólares.