Activistas climáticos pegan sus manos con cola a cuadros de museos en Suiza

Ginebra, 12 sep (EFE).- Activistas climáticos en Suiza adhirieron con pegamento sus manos a dos obras en sendos museos del país con el fin de reivindicar que el Gobierno federal aumente los esfuerzos para luchar contra el calentamiento global, según informó en un comunicado el movimiento "Renovar Suiza", que organizó la protesta.

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Dos activistas del movimiento encolaron sus manos al marco del cuadro "Maloja en invierno", de Giovanni Giacometti, en el Museo de Bellas Artes de Lausana, y otros dos hicieron lo mismo con la obra "Pastos alpinos", de Giovanni Segantini, en la Kunsthaus de Zúrich, un acto de protesta simultáneo que se produjo este domingo.

"Nada de paisajes bucólicos en una Suiza que arde, nada de arte en un planeta muerto", corearon los activistas ante el asombro de visitantes y responsables de los dos museos, protagonizando un acto con el que el movimiento ecologista "llama a unirse a la resistencia climática contra un Gobierno que vandaliza el país".

La protesta no había sido anunciada con antelación, lo que llevó a los museos a hacer uso de sus equipos de seguridad, que despegó a los activistas de las obras de arte antes de que la policía los detuviera, relató hoy el diario "Tribune de Genève".

Paisajes de montaña como los retratados en las dos obras elegidas por la protesta están gravemente amenazados por la crisis climática, que está haciendo retroceder de manera alarmante los glaciares alpinos en Suiza y otros países centroeuropeos.

En el pasado, activistas de "Renovar Suiza" pegaron sus manos al pavimento de autopistas y bloquearon con ello el tráfico rodado, una acción que prometen reanudar a partir del próximo 3 de octubre con el fin de exigir un plan para aislar térmicamente un millón de viviendas en el país y reducir con ello el consumo energético.

Suiza sufrió en meses recientes su segundo verano más caluroso en el siglo y medio en que se tienen mediciones, y algunas zonas de los Alpes helvéticos cerraron por primera vez el acceso a visitantes estivales por el temor a que el deshielo de glaciares produjera avalanchas.

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