Esta mañana en Nueva York (13:00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre restaban 1,88 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Así, el barril que cerraba el pasado lunes a 97,01 dólares tras una fuerte subida ese mismo día, lleva ya perdidos 10 dólares en el curso de la semana, ante los temores a nuevos recortes por parte de la OPEP+ y el miedo que no se disipa a una recesión que podría reducir la demanda de combustible.
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Inflación en EE.UU.
Por otra parte, la inflación está cerca del territorio de dos dígitos en muchas de las economías más grandes del mundo, por lo que muchos bancos centrales están recurriendo a aumentos más agresivos de las tasas de interés, lo que podría traducirse en una desaceleración generalizada y afectar la demanda de combustible.
La tensión política que rodea a dos grandes productores como Irak y Libia, enfrascados en graves conflictos civiles que pueden afectar a la demanda disponible, se ve de algún modo contrarrestada por la posibilidad de que otro gran productor como es Irán llegue a un acuerdo sobre su programa nuclear y pueda poner más barriles en el mercado.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijo el viernes pasado que el banco central estadounidense debe continuar elevando las tasas de interés y mantenerlas en un nivel más alto hasta que esté seguro de que la inflación está bajo control.
En cuanto al gas natural, registra una leve alza de 1,14 %, mientras que la gasolina baja un 1,18 % el galón.