Finaliza peregrinación de 30 meses de la Virgen de Fátima en Nicaragua

Managua, 13 ago (EFE).- Una réplica de la Virgen de Fátima que en 2019 viajó desde Portugal hasta Nicaragua finalizó este sábado su peregrinación de 30 meses por el país centroamericano, en donde la Iglesia católica vive momentos de tensión con el Gobierno del presidente y líder sandinista Daniel Ortega.

audima

Cientos de fieles acudieron a la Catedral Metropolitana de Managua para participar en la eucaristía de despedida de la imagen de la Virgen de Fátima dirigida por el cardenal Leopoldo Brenes.

En la víspera, la Policía Nacional negó el permiso a la Iglesia católica de realizar una procesión en los alrededores de la catedral encabezada por la imagen de la Virgen de Fátima, actividad que finalmente fue celebrada en el atrio del templo, ubicado en el centro actual de Managua.

“Nadie, nadie nos podrá timar el amor a la Virgen de Fátima, porque su imagen está grabada en la mente y en el corazón de cada uno de nosotros los nicaragüenses”, dijo Brenes ante la multitud, que gritaba consignas como “¿Quién causa tanta alegría? La concepción de María!” o “¡María de Nicaragua, Nicaragua de María!”

La eucaristía también sirvió como cierre del Congreso Nacional Mariano, que incluyó la entrega de réplicas exactas de la imagen de la Virgen de Fátima de Portugal a cada una de las nueve diócesis de Nicaragua.

Los asistentes dedicaron una sonada ovación cuando una réplica de la Virgen de Fátima fue entregada a la Diócesis de Matagalpa, cuyo obispo, Rolando Álvarez, un crítico de Ortega, cumplió este sábado diez días de estar sitiado dentro de la Curia por la Policía nicaragüense, que lo acusa de intentar organizar “grupos violentos”.

“¡Rolando, amigo, el pueblo está contigo!”, gritaron, de forma reiterada los católicos, en la Catedral de Managua.

Los roces entre la Iglesia católica y el Gobierno de Ortega datan de hace más de cuatro décadas. El más reciente estalló la semana pasada, cuando la Policía impidió que Álvarez oficiara una misa matutina, con lo cual el obispo salió a rezar con el Santísimo Sacramento en lo alto y clamó a Dios de rodillas, tras lo cual fue sitiado y acusado por la institución.

La celebración católica de este sábado se desarrolló sin alteraciones, en medio de un grueso contingente policial, que rodeó la Catedral de Managua desde horas antes de la actividad.

Católicos de diferentes ciudades denunciaron en redes sociales que los autobuses de transporte colectivo fueron detenidos por la Policía Nacional para cumplir con la disposición gubernamental de no permitir la circulación de peregrinos hacia la catedral.

El padre Boanerges Carballo, vicario episcopal pastoral de la Arquidiócesis de Managua, despidió a los presentes con un llamado a estar “hermanados en amor a María aún en las limitaciones que las circunstancias imponen”.

Lo
más leído
del día