El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia para América, abrió con una bajada del 1,26% y se situó en 87,42 dólares el barril continuando así con la tendencia a la baja de esta semana por el temor al impacto de la inflación en el crecimiento económico y la demanda del oro negro.
Esta mañana, en Nueva York, los contratos futuros del WTI para entrega en septiembre perdían 1,12 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Esta semana se aceleraron las pérdidas de petróleo después de que los datos de EE.UU. mostraran que las reservas de crudo y gasolina aumentaron.
Los inventarios de petróleo crudo de EE.UU. aumentaron inesperadamente la semana pasada debido a la caída de las exportaciones y la reducción de las refinerías.
OPEP
Por su parte, la alianza petrolera OPEP+, que encabezan Arabia Saudí y Rusia, aumentó levemente su suministro para el mes de septiembre a 100.000 barriles diarios.
“De cara al futuro, los inversores están cada vez menos preocupados por los problemas de suministro relacionados con la guerra entre Rusia y Ucrania y, en cambio, están empezando a ver cómo se deterioran las métricas de la demanda en medio de un aumento considerable en las llamadas de recesión”, destaca el presidente de la firma Seven Reports, Tom Essaye, en una nota.
Essaye, además, recalca que con la demanda de gasolina en EE. UU. un 9% por debajo de los niveles del año pasado e incluso más baja que en el verano de 2020 “está claro que los precios por encima de 100 dólares el barril no son sostenibles”.