"Las decisiones que toma la UE están, por supuesto, motivadas políticamente, sobre todo, y no económicamente, porque como resultado de estas decisiones, en primer lugar sufrirán los consumidores europeos", dijo en declaraciones a la cadena de televisión pública Rossía-24 tras una reunión de la alianza OPEP+.
"Vemos un aumento en los precios, no solo del petróleo, sino también de los productos derivados del petróleo. No descarto que haya una gran escasez de productos petroleros en la UE", recalcó.
En su opinión, "es una solución muy ineficiente desde el punto de vista de la seguridad energética global, desde el punto de vista de los intereses de los consumidores".
"Bueno, nos vemos obligados a reconfigurar nuestra industria de petróleo y gas en la situación actual" dijo.
Según Novak, las empresas y autoridades rusas ya están tratando con estos problemas, pero aún confían en que el mercado y los proveedores de petróleo se adapten al embargo comunitario, porque éste no se hará plenamente efectivo hasta finales de año.
Europa a su vez, para garantizar la entrega de petróleo para su procesamiento, tendrá que cambiar los lazos "estables" que ha mantenido durante décadas con Rusia y redirigir el crudo desde otros mercados a la UE.
Al mismo tiempo, el petróleo y los productos derivados del petróleo rusos también irán a otros mercados, aseguró.
"Estoy seguro de que el mercado se equilibrará, se construirán nuevas cadenas de transporte y logística, nuevas relaciones, nuevos mercados", señaló Novak.
El Kremlin también quiso hoy minimizar el impacto del embargo comunitario.
El portavoz, Dmitri Peskov, aseguró en su rueda de prensa telefónica diaria que Rusia no venderá el petróleo "a pérdidas".
"Naturalmente, Rusia no venderá nada a pérdidas. En cualquier caso, si la demanda disminuye en algún lugar, aumenta en otros. Hay una reorientación de los flujos, una búsqueda de las condiciones más favorables", insistió.