“Para evitar brotes de enfermedades infecciosas, algunas de las cuales se creían erradicadas, hay que mantener a los menores protegidos”, señaló en conferencia de prensa el infectólogo pediatra Javier Castellanos.
El especialista recordó que las vacunas han tenido un impacto para lograr que enfermedades como el neumococo, el sarampión o la viruela hayan decaído notoriamente en los últimos 30 años en la población infantil.
“En enfermedades como tos ferina y hepatitis, se han reducido entre 30 % y 100 % la morbilidad y mortalidad”, argumentó.
Sin embargo, reconoció que en los últimos dos años ha habido una caída en las coberturas de vacunación incluidas en el esquema universal “en algunos países cayó hasta en 78 %, y no solo en México y Latinoamérica sino en naciones de primer mundo”.
Explicó que aunque para cada enfermedad la cobertura de protección para evitar brotes varía, en enfermedades como el sarampión se requiere una cobertura de más de 92 %; mientras que para otras como tos ferina, paperas o rubéola debe ascender a más del 85 %.
“Se requieren coberturas muy altas para garantizar que no se den brotes”, apuntó.
Apenas en abril pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef alertaron sobre los casos de sarampión notificados en todo el mundo, los cuales aumentaron un 79 % en los dos primeros meses de 2022, en comparación con el mismo periodo de 2021.
Los organismos advirtieron que se están dando las condiciones propicias para que se produzcan graves brotes de enfermedades que se pueden evitar mediante la vacunación.
Según sus datos, en 2020, 23 millones de niños no recibieron las vacunas infantiles básicas a través de los servicios sanitarios sistemáticos, la cifra más elevada desde 2009, y 3,7 millones más que en 2019.
CARENCIA Y EDAD SON DESAFÍOS
Para el especialista, el mundo todavía enfrenta importantes desafíos en cuanto a vacunación, especialmente en desarrollar vacunas para enfermedades altamente contagiosas que siguen siendo una epidemia en diversas partes del mundo.
“No tenemos una todavía para VIH, por ejemplo”, dijo.
Sin embargo, exaltó que aunque se cuenta con biológicos para otro tipo de enfermedades como covid-19, VPH, varicela, hepatitis, meningitis, neumococo, entre otras, el principal desafío es acabar con la idea de que solo son vacunas pediátricas porque se debería “vacunar también a los adultos".
Aseveró que algunos padecimientos como la varicela y el neumococo, suelen ser más peligrosos cuando se presentan en edad adulta y por ello es necesario que las personas hagan conciencia y completen sus esquemas de vacunación y refuerzos aún en edades avanzadas.
“No debemos dejar que el esfuerzo de varias generaciones sufra un menoscabo significativo para el futuro próximo, con riesgo especialmente para los grupos más vulnerables”, concluyó.