En una actualización de su evaluación periódica, la Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA) señala que el patógeno más común detectado en 40 de 53 casos investigados (un 75 %) es el adenovirus, una familia de virus bastante común y contagiosa que sobre todo provoca conjuntivitis e infecciones respiratorias.
En concreto, asocian la aparición de la enfermedad hepática a la cepa F41 del adenovirus.
Al mismo tiempo, la agencia señala que 16 % de los casos fueron también positivos por covid en su admisión hospitalaria entre enero y abril, pero aclara que ese resultado no es sorprendente dada la gran prevalencia de esa enfermedad durante ese período.
"La información recolectada en nuestras investigaciones sugiere de forma creciente que este aumento en la aparición repentina de hepatitis infantiles está vinculado con infecciones por adenovirus", señaló la directora de Infecciones Emergentes de la UKHSA, Meera Chand.
Pese a todo, la responsable aseguró que su equipo sigue "investigando minuciosamente otras causas potenciales".
Hasta el momento, se han registrado un total de 111 casos relacionados con este brote en el Reino Unido, de los que 10 han debido recibir un trasplante de hígado y ninguno de ellos ha muerto.
Las autoridades sanitarias británicas recuerdan que el brote no está vinculado con la vacuna contra la covid y llaman a los padres a permanecer alerta ante posibles síntomas de la enfermedad, especialmente la ictericia o color amarillento de la piel y de los ojos.