Un equipo de investigadores ucranianos ha desenterrado los quince cuerpos, muchos de los cuáles habían sido ejecutados, dijo a Efe la asesora del alcalde de Bucha, Mijailiya Skoryk, desde el lugar de los hechos.
“No sabemos hasta el momento el número total de muertos que se encuentran aún en la fosa común”, dijo la asesora del alcalde, que aseguró que por ahora en el patio de la iglesia se han encontrado “dos o tres fosas”.
Añadió que las autoridades han conseguido exhumar ya más de 70 cadáveres, que están siendo analizados por los expertos para determinar si las tropas rusas cometieron crímenes de guerra y de lesa humanidad.
La ocupación rusa de Bucha se saldó con más de 400 civiles muertos, según las autoridades, y sus cuerpos han sido encontrados en sótanos, pisos particulares, en fosas o tirados en la calle.
Según Skoryk, los propios vecinos enterraron muchos de los cuerpos que ahora se encuentran en la fosa del patio de la iglesia “para que no se pudrieran”, ante la imposibilidad de ir al cementerio por la presencia rusa.
Hoy, el servicio de inteligencia ucraniano denunció que las tropas rusas pretenden eliminar cualquier tipo de prueba que confirme que han cometido crímenes de lesa humanidad en Ucrania y para ello emplean crematorios móviles, especialmente en la ciudad de Mariúpol, para no dejar rastro de sus atrocidades, como ha ocurrido en Bucha.