Aunque señaló que es imposible anticipar cuántos refugiados llegarán en realidad, avisó que hay que "estar preparados para acoger a más de 100.000".
Sostuvo que la gran solidaridad que la guerra en Ucrania y la suerte de millones de refugiados ha despertado entre la población suiza es positiva y contribuirá a hacer más fáciles los preparativos.
"Sin el apoyo de las personas particulares que quieren acoger a refugiados en sus casas, algunos cantones podrían llegar rápidamente a sus límites", explicó.
En declaraciones al diario "NZZ am Sonntag", Suter indicó que es posible que de aquí a julio hayan llegado 50.000 personas refugiadas de Ucrania y que si el ritmo de salidas de este país no se ralentiza podrían llegar entre 250.000 y 300.000 personas hasta fines de año.
No obstante, insistió que "hay que estar preparados incluso para los escenarios menos probables" y en los que la puesta a disposición de habitaciones sería uno de los aspectos más complicados.
Las autoridades suizas estiman -de acuerdo a las llegadas de refugiados que ya se han producido- que el 40 % del total serán menores en edad escolar.
Colegios de algunos cantones ya han integrado en sus clases a niños ucranianos refugiados y se discute la posibilidad de hacer un llamamiento a los profesores jubilados para que retomen la profesión y se puedan así abrir nuevas clases.
Asimismo, se pediría a los profesores y profesoras que trabajan a tiempo parcial que aumenten su tasa de actividad, así como a los refugiados ucranianos con formación pedagógica que apoyen en la integración de los niños escapados de la guerra.