Mueren 13 gendarmes y cinco son heridos durante una emboscada en Burkina Faso

(Actualiza con comunicado de la Gendarmería)Uagadugú, 14 mar (EFE).- Trece gendarmes murieron y cinco resultaron heridos este domingo en una emboscada por hombres armados en la región Centro-Norte de Burkina Faso, un país golpeado con frecuencia por el yihadismo, informó la Gendarmería burkinesa.

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El ataque sucedió en la carretera Kaya-Dori, a unos 5 kilómetros de la localidad de Taparko, en la provincia de Namentenga, después de que un escuadrón de la Gendarmería acudiera a socorrer a las víctimas de la explosión de un autobús que pisó una mina improvisada.

"Al regreso de su misión, hacia las 15:30 hora local (misma GMT), el mismo equipo sufrió una emboscada de hombres armados en la misma carretera", indicó la Dirección de Comunicación y Relaciones Públicas de la Gendarmería Nacional en un comunicado recogido este lunes por la prensa local.

"Desgraciadamente, trece gendarmes murieron y cinco fueron heridos", se agregó en el comunicado, al señalar que "la respuesta de los gendarmes permitió repeler el ataque" y que "actualmente se está llevando a cabo una ofensiva".

El autobús pisó el domingo por la mañana una mina en la carretera Kaya-Dori ocasionado la muerte de al menos seis personas y 45 heridos, de acuerdo a los bomberos, recogió el portal local Laborpresse.net.

Burkina Faso sufre reiterados ataques yihadistas desde abril de 2015, realizados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.

La región más golpeada por la inseguridad es la de Sahel (norte), que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, y, desde 2018, a la región Este del país.

El pasado noviembre, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causo 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.

Unos meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder a través de un golpe de Estado –el cuarto en la región de África occidental desde agosto de 2020– y depusieron al presidente.

La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a 1,7 millones de personas, según los datos del Gobierno.

El pasado enero, Burkina Faso sufrió el segundo mayor aumento de desplazados desde 2019, con más de 160.000 nuevos registrados, según advirtieron en un comunicado conjunto el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Acción contra el Hambre, Médicos del Mundo y Oxfam.

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