En un comunicado, la empresa dijo que prevé involucrar en esta segunda fase de estudio, que se lleva a cabo en Estados Unidos, a unas 375 personas que ya habían recibido dos dosis de la vacuna y una dosis de refuerzo.
Estas pruebas se suman a las que Moderna está haciendo únicamente con una dosis de refuerzo específica para combatir ómicron, que anunció el pasado enero.
"Nuestro objetivo ha sido mantenernos por delante del virus y estamos comprometidos a seguir generando y compartiendo datos con las autoridades de salud pública mientras se preparan para la temporada de dosis de refuerzo del otoño", señaló en la nota el consejero delegado, Stéphane Bancel.
Bancel apuntó que la tecnología de ARN mensajero en la que se basa la vacuna permita introducir cambios rápidamente a medida que surgen variantes del virus.
Al igual que Moderna, Pfizer y BioNTech están también llevando a cabo ensayos con una posible dosis de refuerzo diseñada para ser más efectiva contra ómicron.