La organización transportaba cocaína en contenedores marítimos hacia los puertos europeos y desde septiembre de 2020 las autoridades de Bélgica, Brasil, Italia, Países Bajos y España han incautado unas 10 toneladas de cocaína y alrededor de 1,85 millones de euros (11 millones de BRL) por actividades de esta red criminal.
La red estaba distribuida por diferentes países, pero los centros de comando y control de la organización estaban en Dubái y sus miembros usaban plataformas de comunicaciones encriptadas como SKY ECC para coordinar las operaciones, según una investigación en la que participaron la Policía Federal de Brasil, la Guardia Civil española, la DEA estadounidense y la SENAD de Paraguay.
Los agentes hicieron alrededor de 40 redadas en Brasil, Paraguay y España el pasado 15 de febrero, en ubicaciones sospechosas y vinculadas a esta red, lo que también permitió el arresto de 30 sospechosos, siete de ellos en Barcelona y el resto en diferentes ciudades brasileñas.
También se incautaron de drogas, vehículos, armas de fuego, dinero en efectivo y varias cuentas bancarias en Brasil, Paraguay y España durante la investigación.
Según Europol, que coordinó el operativo desde La Haya, la red podía hacer varios envíos de cocaína de varias toneladas a Europa cada pocos meses y tenían una infraestructura de producción en Bolivia, con líneas logísticas y de suministro en Brasil, Paraguay y Uruguay.
Además, contaba con una red de distribución con base en Valencia y Barcelona, que se encargaba de recibir los cargamentos de cocaína y distribuirlos por el mercado europeo.
Asimismo, habían organizado una red de empresas para permitir la importación de drogas desde Sudamérica y blanquear las ganancias relacionadas, con testaferros en nómina de la organización controlando esa red de compañías.