El carnaval veneciano, uno de los más famosos del planeta, arrancó justo el mismo fin de semana en el que Italia ha eliminado el uso obligatorio de la mascarilla por la calle.
A pesar de la vacuna, será de nuevo una edición sin eventos multitudinarios como el tradicional "Vuelo del ángel", el salto desde el campanario de la basílica de San Marcos que cada año antes del coronavirus inauguraba el carnaval, congregando a miles de personas.
No obstante el ayuntamiento ha preparado un rico programa de actividades, muestras o espectáculos de calle para atraer al turismo, al que apuesta la recuperación económica de la ciudad.
El primer gran evento tendrá lugar el próximo viernes, el llamado "Carnaval en el agua", un espectáculo flotante en los canales al que se podrá asistir previa reserva.
Para evitar aglomeraciones también se ha renunciado a ceremonias como el desfile por el Gran Canal, el de las Marías y el del Toro, el vuelo del Águila o del León y los carros en los alrededores de Venecia, como en el Lido, Marghera o la isla de Burano.
Esta edición se celebra bajo el lema "Remember the future", inspirado en una frase del pintor español Salvador Dalí: "Sobre todo recuerdo el futuro", según explican sus organizadores y su director artístico, Massimo Cecchetto, escenógrado del Teatro La Fenice.
"Recorrer Venecia, aunque se siga una meta precisa, a veces te obliga a continuos cambios de dirección, las calles terminan en una sorpresa, a veces una maravilla. Es un lugar en perenne contradicción donde se funden sueño y realidad", declaró Cecchetto.
Venecia vive así su segundo carnaval en pandemia, declarada en marzo de 2020 por la Organización Mundial de la Salud.
Aquel año la ciudad de los canales celebró esta fiesta entre el 8 y 15 de febrero, una semana antes de que surgieran los primeros contagios en Italia.