Justicia archivó caso que llevó a Lula a prisión

BRASILIA. Un tribunal de Brasilia archivó definitivamente una causa penal por presunta corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, por la que llegó a pasar 580 días en prisión, tras reconocer la prescripción del caso.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.LUCA PIERGIOVANNI
audima

La jueza Pollyanna Alves aceptó así una demanda del Ministerio Público, presentada en diciembre pasado, la cual argumentaba que el asunto se remontaba a 2011 y subrayaba que el plazo de prescripción era de 16 años, aunque en el caso de Lula, por tener 76 años de edad, se reducía a la mitad, de acuerdo con las leyes en vigor.

Las acusaciones se referían a un apartamento en una playa en la localidad de Guarujá, en el estado de Sao Paulo, que supuestamente Lula habría recibido a cambio de favorecer a la constructora OAS en contratos con la petrolera estatal Petrobras.

Por ese asunto, fue encarcelado en 2018 y llegó a cumplir un año y siete meses en prisión, condenado por corrupción por un tribunal de primera instancia a cargo del entonces juez Sergio Moro, quien hoy aspira a ser candidato a la Presidencia en las elecciones de octubre próximo, para las cuales Lula es el máximo favorito.

Los procesos dirigidos por Moro, sin embargo, fueron anulados el año pasado por la Corte Suprema, que identificó un conflicto de competencias y ordenó que las causas a su cargo en las que Lula había sido condenado fueran retomadas en tribunales de Brasilia.

Esa decisión afectó a otros dos procesos, uno en relación a una casa de campo en la localidad paulistana de Atibaia, y otro sobre el Instituto Lula, fundado por el exmandatario, y que también ya han sido archivados por la Justicia federal de Brasilia.

Según el abogado Cristiano Zanin, que representa a Lula, la decisión adoptada este viernes "refuerza" la tesis de que "algunos miembros del sistema de Justicia persiguieron" al expresidente e "hicieron un uso político y perverso de las leyes".

La anulación de los procesos decidida el año pasado por la Corte Suprema le devolvió a Lula sus derechos políticos y abrió la puerta a su nueva candidatura presidencial, que el exmandatario aún no ha confirmado pero que en medios políticos se da como un hecho.

Hasta ahora, Lula insiste en que solamente será candidato a la Presidencia en las elecciones de octubre próximo si así lo decide el Partido de los Trabajadores (PT), que a su vez sostiene que no lo tendrá como abanderado solo en caso de que él mismo se niegue.

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